Higiene
Lavarse el pelo a menudo ¿lo estropea?
Una experta en tricología resuelve las dudas más frecuentes sobre el cuidado del cabello y los falsos mitos alrededor del lavado diario
Si me lavo el cabello a diario, ¿se me estropeará o se me caerá antes?, ¿con cuanta frecuencia se recomienda hacerlo? ¿son efectivos los productos anticaída?, ¿como debo protegerlo del sol? Estas son algunas de las preguntas más habituales que nos hacemos respecto a como cuidar nuestro pelo.
Irene Pinilla, especialista en tricología del servicio de cirugía plástica y medicina estética del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario, resuelve algunas de estas dudas. En su opinión, lavarse el pelo a menudo no estropea el cabello ni provoca que se caiga más, en contra de lo que se cree. "En ciertas situaciones es necesario lavarse el pelo a diario y no por ello va a haber mayor caída capilar ni se van a experimentar otras alteraciones", detalla, para añadir que "es fundamental lavarse el pelo cuando esté sucio para mantenerlo sano".
Pese a que considera importante mantener un adecuado PH de la piel del cuero cabelludo y no alterar la microbiota con productos que puedan irritarla, aclara: "Eso no quiere decir que usando los productos adecuados no podamos realizar un lavado diario".
Respecto a la frecuencia recomendada, los especialistas destacan que no hay una fórmula genérica que sirva para todo el mundo, dado que tenemos diferentes tipos de cabello y de niveles de aceite. Sin embargo, existen cierta señales que nos indicarán cuándo debemos hacerlo, como cuando el cabello tiene un aspecto mate y aceitoso, cuando parece sucio o apagado o cuando el cuero cabelludo tiene una acumulación notable de productos de peinado.
Del mismo modo, afirma que no hay evidencia científica suficiente sobre la efectividad de los champús anticaída, de los que se puede encontrar una gran variedad en el mercado y que prometen resultados en su uso a medio-m largo plazo. "Su escasa permanencia en el cuero cabelludo dificulta que tengan efectos sobre el crecimiento del pelo, pero sí pueden ayudar a mantenerlo hidratado y fuerte, mejorando la calidad de la cutícula del pelo, la piel del cuero cabelludo".
El sol también quema el cabello
El cabello también sufre los efectos de la radiación solar, como la pérdida de hidratación, aminoácidos, lípidos y pigmentos (se decolora). Por eso, en la época estival suele presentar un aspecto seco y quebradizo. "Esos reflejos dorados con los que volvemos después de las vacaciones estivales son quemaduras solares en el pelo, al igual que sucede con la piel, y que aparecerán en caso de que no nos protejamos de la radiación solar con los protectores capilares adecuados, como filtros cosméticos y gorras o pañuelos", asegura Pinilla. Además, esta protección es especialmente necesaria en personas con poco pelo o con alopecia, ya que la piel del cuero cabellodo "está más expuesta a los radicales libres, generando inflamación y otras agresiones indirectas", añade.
La experta recuerda también que, al igual que la piel, el pelo envejece con el paso del tiempo y de ahí que "sea muy importante su cuidado diario y la prevención de situaciones que puedan castigar y empeorar la calidad tanto del cabello como del cuero cabelludo".
Igualmente dañinas para el cabello son la contaminación ambiental y la polución, ya que representan micropartículas que se introducen en los folículos del cabello y alteran su calidad. Ciertos productos, el tabaco, el estrés o los cambios de temperatura pueden afectar definitivamente la evolución y la calidad capilares. "Elegir y asesorarse convenientemente sobre los productos para la higiene capilar (champús, acondicionadores) es básico", recomienda.
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