Medicina

Logro histórico: trasplantan riñones de cerdo a un hombre en muerte cerebral y funcionan

Llevan siendo operativos más de un mes, lo que supone un paso clave en el camino hacia los ensayos clínicos y el uso de órganos animales en humanos

trasplante cerdo humano
Los médicos implantan un riñón de cerdo en el cuerpo de Maurice Miller, en julio de 2023NYU Langone Health

El año pasado se realizaron más de 25.000 trasplantes de riñón a personas adultas en Estados Unidos, un procedimiento que se ha convertido en el tratamiento estándar para la enfermedad renal en fase terminal. La cifra que espera el Departamento de Salud del país americano a finales de 2023 es similar. ¿Lo insólito? Uno de los casos cuantificados ha recibido riñones de cerdo.

El hombre de Maryland, que se encuentra conectado a una máquina de soporte vital y permanece en muerte cerebral, recibió un riñón de cerdo con 10 cambios genéticos clave. Su cuerpo se utilizó con el consentimiento de su familia para participar en este ensayo, el único equipo médico de la historia en demostrar que los órganos porcinos pueden ser viables para el ser humano.

El objetivo es evitar el rechazo por parte del sistema inmune del paciente, que tenía enfermedad renal. Para ello, científicos estadounidenses de la Universidad de Alabama modificaron genéticamente a los animales para que fueran más compatibles con la donación de órganos humanos.

Los riñones trasplantados funcionaron los siete días después de la operación, según explican los investigadores en un artículo publicado en la revista científica JAMA Surgery. Este estudio es la culminación de 30 años de investigación, que se han saldado al lograr trasplantar el primer riñón capaz de fabricar orina y conseguir depurar un producto químico de desecho llamado creatinina hasta niveles saludables compatibles con la vida humana.

Hasta 32 días después, los riñones siguen funcionando bien en este hombre de 57 años declarado muerto por criterios neurológicos y mantenido con un corazón latiente con asistencia respiratoria. Es el periodo más largo en el que un riñón de cerdo modificado genéticamente ha funcionado en un ser humano. Esto supone el último paso hacia un suministro alternativo y sostenible de órganos animales para trasplantes a humanos. En cualquier caso, la observación está en curso y el estudio continuará hasta mediados de septiembre de 2023.

"Este trabajo demuestra que un riñón de cerdo, con una sola modificación genética y sin medicamentos ni dispositivos experimentales, puede sustituir la función de un riñón humano durante al menos 32 días sin ser rechazado", revela Robert Montgomery, líder de la investigación.

Con anterioridad a este caso se habían hecho intentos de trasplantar riñones de cerdo a humanos con muerte cerebral debido a las similitudes genéticas entre ambas especies. El mismo doctor Montgomery realizó el primer trasplante de riñón de cerdo genéticamente modificado del mundo en un humano difunto el 25 de septiembre de 2021, seguido de un segundo procedimiento similar el 22 de noviembre de 2021. Estos cirujanos ya realizaron dos trasplantes de corazón de cerdo genéticamente modificado en el verano de 2022.

Así fue la primera operación exitosa de trasplante renal porcino

El primer obstáculo que hay que superar en los xenotrasplantes (trasplantes de órganos de animales a personas) es evitar el llamado rechazo hiperagudo, que suele producirse pocos minutos después de que un órgano animal se conecte al sistema circulatorio humano.

Para evitarlo, y este es el avance clave en este caso según la comunidad científica, se eliminaron genéticamentecuatro genes porcinos que antes suponían un obstáculo para el éxito de los trasplantes entre especies. A su vez, se insertaron seis genes humanos que evitaron la coagulación y "humanizaron" el riñón de cerdo.

En los cinco xenotrasplantes realizados en el NYU Langone se ha evitado el rechazo inmediato eliminando el gen que codifica la biomolécula alfa-gal, responsable del rápido rechazo de los órganos porcinos mediado por anticuerpos.

Además, la glándula timo del cerdo, responsable de la educación del sistema inmunitario, se incrustó bajo la capa externa del riñón para evitar nuevas respuestas inmunitarias retardadas. Se ha demostrado que esta combinación de modificaciones evita el rechazo del órgano al tiempo que preserva la función renal.

En palabras de Jayme Locke, autora principal del estudio: "Este estudio muestra el xenotrasplante como una posible solución viable a una crisis de escasez de órganos responsable de miles de muertes evitables al año". Y añadió: "Tenemos previsto seguir avanzando con este modelo y realizar más trasplantes para seguir recogiendo y recopilando datos que demuestren que estamos preparados para hacerlo en personas vivas".

Para garantizar que la función renal del organismo se mantuviera únicamente gracias al riñón porcino, se extirparon quirúrgicamente los dos riñones nativos del receptor del trasplante. A continuación, se trasplantó un riñón de cerdo, que empezó a producir orina inmediatamente sin signos de rechazo hiperagudo.

Durante la fase de observación, el personal clínico de cuidados intensivos mantuvo al fallecido en soporte mientras se controlaba el funcionamiento del riñón de cerdo y se tomaban muestras con biopsias semanales.

Los niveles de creatinina, un producto de desecho que se encuentra en la sangre y es un indicador de la función renal, se mantuvieron dentro de los valores óptimos durante todo el estudio, y la biopsia no mostró indicios de rechazo. Los investigadores también pudieron demostrar que no había indicios de formación de coágulos sanguíneos microscópicos en los riñones xenoinjertados

El riñón y la glándula del timo utilizados en este procedimiento se obtuvieron de un cerdo 'GalSafe', un animal diseñado por la compañía Revivicor. En diciembre de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el cerdo como fuente potencial para terapias humanas, así como fuente de alimento para personas con síndrome alfa-gal, una alergia a la carne causada por la picadura de una garrapata.