Avances
Nuevas alternativas al uso de la terapia CPAP en la apnea del sueño
Los dispositivos de avance mandibular y la cirugía del nervio hipogoloso, opciones para su tratamiento
Dice la estadística que la apnea obstructiva del sueño afecta en España a siete millones de personas, de las que alrededor de 1,7 lo padecen de forma grave y son susceptibles de tratamiento.
Un tratamiento que, habitualmente, consiste en la aplicación de la terapia de presión continua positiva (CPAP, por sus siglas en inglés), una máquina que se pone el afectado por las noches mientras duerme para evitar los periodos en los que interrumpe la respiración. El problema es que, a pesar de haber demostrado altas tasas de eficacia, este sistema mecánico resulta incómodo o incluso intolerable para un porcentaje importante de pacientes, y por eso muchos dejan de usarlo o no lo hacen todo lo que debieran.
Ante esa situación hay una serie de avances que mejoran el abordaje de esta patología. Y en él el dentista puede desempeñar un papel fundamental mediante dispositivos como las férulas de avance mandibular, que son especialmente útiles en pacientes que no toleran otros tratamientos. Sin embargo, en España este abordaje sigue infrautilizado, a diferencia de países del norte de Europa, como Suecia u Holanda, donde estas soluciones están al mismo nivel que la CPAP en términos de uso. «En nuestro país todavía existe un gran desconocimiento sobre este tratamiento, tanto entre profesionales sanitarios como entre los propios pacientes. Es urgente que promovamos una mayor formación y concienciación sobre su eficacia», aseguró Javier Vila Martín durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño, del que fue presidente.
Además, se espera la llegada de métodos simplificados para valorar las apneas del sueño, que prometen revolucionar el abordaje odontológico de esta enfermedad. Estas herramientas permitirán al dentista ajustar el avance mandibular de manera individualizada, adaptándolo a las necesidades específicas de cada paciente y repitiendo el proceso periódicamente para optimizar los resultados. Según Vila Martín, «esto significa que el tratamiento será más preciso y dinámico, lo que mejorará significativamente la calidad de vida de los afectados».
La opción quirúrgica
Otro avance notable, aunque diametralmente opuesto, es la estimulación bilateral del nervio hipogloso, una técnica pionera que permite, en la mayoría de casos, sustituir a la terapia CPAP y solventar los problemas asociados a la apnea. Hasta el momento, siete pacientes se han beneficiado de este procedimiento en España, cuatro de los cuales han sido atendidos en la Clínica Universidad de Navarra (CUN). Jorge de Abajo, especialista en Otorrinolaringología de la CUN, lidera el desarrollo de esta terapia, que consiste la colocación de un implante electrónico debajo de la barbilla mediante cirugía mínimamente invasiva. El dispositivo se ubica sobre las ramas del nervio hipogloso de manera bilateral. Una vez activado, la estimulación eléctrica permite mantener la vía aérea superior abierta, evitando la aparición de la apnea.
«Durante el sueño, la musculatura de la lengua y la faringe se relaja. En algunos pacientes, eso produce un colapso de la vía aérea y, secundariamente, la apnea obstructiva. La estimulación del nervio hipogloso permite mantener un tono muscular constante que impide el colapso mediante la estimulación eléctrica modulada», explica De Abajo. El implante se realiza a través de una cirugía delicada, pero «muy bien tolerada por el paciente en términos de riesgos, dolor o molestias».
El procedimiento requiere anestesia general e implica una noche de ingreso hospitalario. Tras su colocación «hay que esperar dos meses para que los tejidos circundantes cicatricen bien, de tal manera que el implante se asiente adecuadamente. Después de este periodo se ejecuta la primera activación tras la que el paciente se va adaptando al estimulo y el equipo técnico optimiza la programación para cada caso. «Desde la intervención hasta que el equipo se encuentra totalmente operativo transcurren, aproximadamente, seis meses. Una vez superado ese periodo, la mayor parte de los pacientes disfrutan de un sueño de calidad sin necesidad de utilizar la CPAP», concluye el experto.
Proyecto Aria
►El proyecto llamado Aria, diseñado por cinco ingenieros del Máster en Diseño y Desarrollo de la Universidad Elisava (Gen Z) y el Hospital Clínic de Barcelona, ha desarrollado una revolucionaria mascarilla para la apnea del sueño que elimina el tubo y la máquina externa integrándolo directamente en la mascarilla. Así, mientras los equipos tradicionales limitan la movilidad al dormir, (obligando al paciente a permanecer boca arriba o de lado por la conexión a la máquina por el tubo), proporciona libertad de movimiento al eliminar este, y facilita su limpieza y mantenimiento. Además, dura como mínimo 10 horas sin necesidad de recarga.