
Recién nacidos
Lo que el primer pañal de un recién nacido dice sobre su sistema inmunitario, según la ciencia
Las primeras heces de un recién nacido son clave para saber con antelación su futura salud intestinal y prevenir enfermedades de manera temprana

Cambiar el pañal es una actividad que, a pesar de no ser precisamente agradable, todo padre realiza cuando trae al mundo a un ser humano. Lo que en un principio parece una actividad complicada, se acaba convirtiendo en una parte más de la laboriosa rutina propia de cualquier padre primerizo. No obstante, hay un elemento que pasa desapercibido y es que su primera defecación aporta una información y valor incalculable al estudio del microbioma intestinal de los bebés.
En 2017, varios científicos londinenses recibieron 50 paquetes individuales con las primeras defecaciones de recién nacidos que habían sido extraídas de los pañales. Tras recibir ese apetitoso correo, pusieron en marcha un estudio llamado Baby Biome, que consistía en el análisis del microbioma de recién nacidos. Durante la investigación, analizaron las primeras cacas de 3.500 bebés, y sacaron múltiples conclusiones.
Hasta el tercer o cuarto día, no se tienen señales clase de microbios en el intestino, lo que sugiere que necesita un periodo de tiempo para colonizar, explicaron en un reportaje publicado por la BBC. "Cuando naces, eres estéril, por lo que es un momento extraordinario para el sistema inmunológico, porque hasta ese momento, las superficies del cuerpo no entran en contacto con los microbios", aseguraron los autores del estudio.
La importancia de tener una buena microbiota intestinal
La microbiota intestinal juega un papel fundamental en nuestro organismo. Su principal objetivo es proteger al cuerpo de cualquier patógeno dañino, y una microbiota saludable no solo evita contraer enfermedades, sino que tiene un impacto en la salud mental también. Tal es su importancia, que un mal cuidado de la misma puede provocar ansiedad, depresión o incluso Alzheimer.
Los científicos revelaron que, tras analizar miles de pañales, los que tenían un contenido más "aburrido" en sus heces, tenían una mayor probabilidad de que desarrollasen alergias de algún tipo. El meconio, que es el nombre que reciben las primeras cacas del bebé, explican, es una cápsula del tiempo, ya que desvela a qué estuvo expuesto el niño antes de nacer y cuál fue el primer alimento de su ecosistema intestinal.
¿Por qué es importante este hallazgo?
Esta investigación abre las puertas a la detección temprana de aquellos niños que son más propensos a desarrollar alergias, asma u otras características, agilizando el proceso de intervención. “Ahora tenemos la oportunidad de identificar a los bebés en riesgo antes incluso de que presenten signos o síntomas”, señalan los autores.
Así que, sí, aunque resulte desagradable, el primer "regalo" de un bebé recién nacido puede prevenir muchas enfermedades o tratarlas de manera temprana, ahorrando al afectado muchos problemas en el futuro.
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