Bienestar
¿Por qué es mejor respirar por la nariz que por la boca?
Repensar la forma en la que respiramos puede hacer que ganemos en salud y bienestar
Respirar es tan esencial en nuestra vida que es lo primero que hacemos al nacer…. y lo último que hacemos al morir. Sin embargo, al ser un comportamiento innato y mayormente inconsciente y automático, acabamos descuidándolo. Lo que pocas personas saben es que saber respirar correctamente puede evitar multitud de malestares y enfermedades… y puede mejorar sustancialmente nuestra salud, en general.
El aire que llega a nuestros pulmones es la principal fuente de energía de nuestro cuerpo. Con cada inhalación estamos oxigenando cada una de las células de nuestro organismo y con cada exhalación las estamos “desintoxicando”. Y si realizamos este proceso de una forma ineficiente, el resultado se notará en cada una de las células de nuestro cuerpo. Por eso, analizar nuestra respiración y aprender a hacerlo correctamente puede ayudarnos a maximizar nuestra salud y nuestro bienestar en el medio y en el largo plazo.
¿Por dónde es mejor respirar?
Nuestro sistema respiratorio está diseñado para que la puerta de entrada del aire sea la nariz. Es lo más natural, fisiológicamente hablando. Respirar por la boca debería ser únicamente una alternativa y la respiración nasal debería ser siempre la absoluta protagonista. Incluso cuando estamos corriendo o haciendo un ejercicio físico intenso.
La mucosa de nuestra nariz contiene unos pequeños pelitos microscópicos llamados cilios, que filtran el aire inhalado y evitan que los gérmenes, los agentes patógenos y las impurezas continúen su viaje y acaben llegando a los pulmones. Es decir, que la nariz es -en realidad-la primera defensa natural de nuestro sistema respiratorio.Otra función de la nariz es la de calentar el aire que inhalamos, para así reducir el impacto que supone el cambio de temperaturas en los pulmones. Y cuando el aire que respiramos es muy caliente y seco, se enfriará a medida que pasa por nuestra nariz y se humedece.
Es común oír eso de que cuando estamos corriendo debemos inspirar por la boca… porque así nuestros pulmones conseguirán absorber mucho más aire y nuestro cuerpo será mucho más eficiente en la carrera. Pero ni siquiera en este caso es cierto. Está comprobado que la respiración nasal aumenta los niveles de oxígeno en la sangre. Concretamente, la sangre se oxigena hasta un 15% más cuando respiramos por la nariz que cuando respiramos por la boca. Y eso tiene un impacto positivo en todo nuestro organismo.
En conclusión, la mejor respiración es siempre por la nariz, porque al respirar así conseguimos humidificar, calentar y purificar el aire antes de que llegue a nuestros pulmones. Y creer que el aire que inhalamos por la nariz es el mismo que inhalamos por la boca es como comparar el agua que bebemos de un río con la que sale filtrada del grifo. Por eso, si practicamos la respiración bucal de forma continuada, nos arriesgamos a que el organismo se exponga a multitud de agentes patógenos y enfermedades.
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