Tecnología
Realidad virtual para una mayor precisión en las cirugías
Al mejorar la visión espacial de los cirujanos, esta herramienta reduce el porcentaje de complicaciones
La cirugía, mediante el uso de la realidad virtual aumentada, permite a los cirujanos ser si cabe más precisos en las intervenciones quirúrgicas al poder ver en más detalle la anatomía del paciente, lo que «disminuye el porcentaje de complicaciones. Además, los pacientes se benefician de menos dolor y de tener que pasar menos tiempo ingresado al garantizar una excelencia quirúrgica que conlleva una mejora en los resultados de la intervención», explica la doctora Luisa Ibáñez, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Quirónsalud Lugo.
Ella y su equipo han realizado con éxito varias osteotomías femorales (una técnica de cirugía ortopédica que consiste en realizar un corte parcial en un hueso con el objetivo de modificar su forma anatómica para trasladar la carga que soporta la articulación de la rodilla hacia la parte sana de la misma) en pacientes que después de cirugías de extirpación de menisco sufrieron complicaciones. Para ello, los cirujanos optaron por realizar las intervenciones quirúrgicas con ayuda de la realidad virtual aumentada.
¿El motivo? Porque una de las complicaciones más frecuentes tras la cirugía de laparoscópica de menisco es el síndrome postmeniscectomía, que presenta síntomas como dolor en la rodilla operada al caminar, sobre todo con la realización de ejercicio físico, derrames articulares y cambios en el eje de alineación de la pierna, entre otros.
Y «cuando esto ocurre en pacientes con edad avanzada y, una vez que el tratamiento conservador, analgésicos, fisioterapia y control de peso, han fracasado», es necesario «sustituir la articulación lesionada por una prótesis de rodilla», explica la traumatóloga.
«Sin embargo –prosigue–, en pacientes jóvenes, la colocación de una prótesis queda descartada, ya que, si bien puede mejorar el control del dolor, no permite la realización de actividades propias de la gente joven y nos decantamos por una osteotomía, con un cambio en la alineación de la pierna, bien en el fémur, en la tibia o en ambas según el tipo de deformidad».
Existen varios sistemas según el tipo de cirugía: «Unos con pantallas de ordenador y otros con casco o gafas que nos permiten mejorar la visión tridimensional», explica la traumatóloga.
En cualquier caso, ya se vaya a optar por un sistema u otro, o ambos, antes de la cirugía se realiza una planificación preoperatoria individualizada a cada paciente.
Para ello, como explica la doctora Ibáñez, se introduce generalmente el resultado de un «TAC de la localización anatómica determinada. Algunas técnicas exigen la impresión 3D de modelos anatómicos, otros no. Así pueden guiarnos tridimensionalmente para colocar tornillos, placas o prótesis articulares con más precisión».
«Habitualmente en articulaciones o localizaciones profundas, como en pelvis o columna, podemos colocar tornillos y placas, que de otra manera conllevarían alto riesgo quirúrgico», precisa la especialista en Traumatología.
Además, «estos sistemas –prosigue– reducen el tiempo quirúrgico y cuanta menos exposición, menor riesgo de infección. Pero, sobre todo, –las cirugías con estos sistemas– no conllevan radiación, pues se pasa de usar el tradicional radioscópico a utilizar Trackers de GPS (dispositivos de navegación) aumentando la seguridad para el paciente y para el traumatólogo».
Y no solo. «El cirujano opera conociendo con exactitud las dimensiones y medidas exactas de las incisiones a realizar. Además, dispone del material específico que se ha fabricado previamente a medida, totalmente adaptado al paciente. Y al estar planificada, la cirugía es más segura, y es menos probable que en el transcurso de la intervención surjan imprevistos que puedan alargar la operación», destaca la doctora Ibáñez.
Así, por ejemplo, «se imprime un modelo en 3D, bien de la tibia o bien del fémur, y una guía específica de corte único, personificada para cada paciente. Y en el momento de la cirugía se coloca esta guía sobre el hueso del paciente, ayudados por un marcador GPS que nos permite controlar que la realización de estas cuñas es exacta y así posteriormente colocar las placas de fijación individualizadas para que el hueso consolide», precisa.
Gracias a ello, en las intervenciones realizadas en el Hospital Quirónsalud Lugo se reprodujo un fémur exactamente igual al de la pierna sana. Los pacientes ya han recuperado en gran parte su movilidad y se espera que con la rehabilitación debida la recuperen en su totalidad.
El futuro de esta nueva tecnología es prometedor, porque se ha empezado también a aplicar en otras cirugías traumatológicas como en la revisión de plastias de ligamento cruzado anterior y para la implantación de prótesis invertidas de hombro.
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