Aniversario

Los retos pendientes del Plan Nacional de Terapias Avanzadas

Tras 6 años de su creación, urge reducir las trabas administrativas y aumentar el número de centros

Terapias avanzadas son todos aquellos medicamentos basado en genes (terapia génica), células (terapia celular) o tejidos (ingeniería tisular)
Terapias avanzadas son todos aquellos medicamentos basado en genes (terapia génica), células (terapia celular) o tejidos (ingeniería tisular)DREAMSTIMELA RAZÓN

Este mes de noviembre se cumplen seis años de la puesta en marcha del Plan de Abordaje de las Terapias Avanzadas en el Sistema Nacional de Salud. Todo un hito que convirtió a nuestro país en pionero en este tipo de abordaje y lo perfiló como referente en su tratamiento.

Se denominan como «terapias avanzadas» todos aquellos medicamentos que están basados en genes (terapia génica), células (terapia celular) o tejidos (ingeniería tisular). Entre ellos se encuentran los tratamientos con células CAR-T, una terapia –en la cual se modifican las células T (un tipo de célula inmunitaria) de un paciente en el laboratorio a fin de que se unan a las células cancerosas y las destruyan– que ha demostrado ser disruptiva en el abordaje de ciertos cánceres sanguíneos, como algunos tipos de linfoma, leucemia y mieloma.

Si bien el Plan Nacional de Terapias Avanzadas ha sido, desde su arranque, un pilar esencial para que España se posicione como un país referente en el empleo de las CAR-T, hoy, con un escenario diferente y con estas terapias a disposición de más pacientes, los retos son otros, pero igualmente importantes. Porque, aunque haya habido progresos –sobre todo en este último año–, es necesario afrontar una serie de retos para que España siga siendo un país líder en disponer de los últimos avances terapéuticos para los pacientes con linfoma.

Entre los desafíos pendientes están el mejorar sustancialmente los plazos del proceso de aprobación de los tratamientos, el ampliar el número de centros que puedan infundir estas terapias y llevarlas cerca de todos los pacientes que las necesiten, y el simplificar los circuitos con los aprendizajes obtenidos para eliminar aquellos pasos innecesarios.

Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura no cuentan con ningún centro habilitado

Uno de esos retos a los que dar respuesta, como decíamos, es simplificar y acortar el proceso de aprobación del tratamiento. Según los últimos datos, se estima que hasta un 15% de los pacientes candidatos a ser tratados con CAR-T no llegan a completar el tratamiento porque su enfermedad progresa antes de la infusión, momento en el que finalmente se administra la terapia. Es por ello que resulta necesario seguir trabajando para simplificar los procesos y garantizar así que el tiempo, que tanto necesitan los pacientes, no se pierda en trámites burocráticos.

Por otro lado, es clave dar respuesta a la situación del número de centros. Si bien el Plan Nacional de Abordaje de las Terapias Avanzadas sigue el camino correcto para tratar un mayor número de linfomas, aún existe una gran problemática al respecto, puesto que el avance en el incremento tanto de las indicaciones como de pacientes no viene acompañado por una ampliación de centros en nuestro país.

Ampliar recursos

Por todo ello, es fundamental ampliar la red de centros autorizados para administrar terapias innovadoras como las CAR-T, garantizando así una mayor equidad geográfica y acceso para todos los pacientes.

En este sentido, nos encontramos ante un paradigma en el tratamiento de los enfermos hematoncológicos. Las nuevas indicaciones no han venido acompañadas de más recursos. Esta situación afecta tanto a los profesionales de la salud como al abordaje del tratamiento, que puede verse impactado por falta de infraestructura. Así, por ejemplo, existen grandes áreas, como son las comunidades autónomas de Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura, que no cuentan con ningún centro habilitado para este fin.

Todo ello podría derivar en una saturación de los centros habilitados dentro de no mucho tiempo, por lo que habría que establecer formas de trabajo en red o implicar a centros satélite para poder asumir bien la demanda.

Una joven terapia con una sólida trayectoria

►Esta innovadora terapia, que fue desarrollada por el Dr. Carl H. June, se aplica actualmente en neoplasias hematológicas malignas, y ha abierto la puerta a la investigación clínica en muchos otros tipos de cáncer y enfermedades no oncológicas.

►Fue en el año 2017 cuando la Agencia Norteamericana del Medicamento (FDA), aprobó el primer tratamiento en todo el mundo con esta terapia, considerada uno de los avances más relevantes de nuestro tiempo y que ha superado las barreras de las terapias tradicionales, como en su momento lo hizo el desarrollo de los antibióticos, la quimioterapia o la investigación genética.

►A día de hoy, existen en nuestro país cinco indicaciones aprobadas para su uso.