
Salud
Los fármacos tipo Ozempic podrían empezar a recetarse a personas sin obesidad ni diabetes
Un ensayo con más de 17.000 pacientes revela que la semaglutida reduce infartos e ictus, aunque no haya grandes cambios de peso, lo que podría ampliar su uso

Ozempic, el medicamento que revolucionó el tratamiento de la obesidad, y otros tan populares como Wegovy, podrían tener una nueva vida más allá del mercado de la diabetes y la pérdida de peso. Un gran estudio internacional revela que su principio activo, la semaglutida, protege el corazón incluso en personas sin diabetes ni obesidad severa, lo que abre la puerta a ampliar su uso clínico a pacientes con riesgo cardiovascular.
El hallazgo procede del ensayo SELECT, el más grande realizado hasta la fecha sobre los beneficios de la semaglutida para el corazón, con más de 17.000 participantes. Los resultados, publicados en la revista The Lancet, muestran que la semaglutida reduce en un 20% los infartos y accidentes cerebrovasculares. Y lo más sorprendente de este potente beneficio potencial es que no depende de cuánto peso se pierda al final del tratamiento.
Ahora, los investigadores creen que sus efectos en el organismo van mucho más allá del control del apetito o del azúcar en sangre, actuando directamente sobre la inflamación y la salud vascular, dos factores clave en la prevención de enfermedades cardíacas. Esto podría cambiar la forma en que se prescriben en los próximos años.
El perfil del estudio ya es clave: en él participaron personas mayores de 45 años con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardiovascular, pero sin diabetes. Durante más de dos años, los participantes recibieron inyecciones semanales de semaglutida o un placebo. Los resultados fueron claros: la semaglutida redujo los eventos cardíacos mayores, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, sin que este beneficio no dependía de la cantidad de peso perdido.
"Estos hallazgos reconfiguran nuestra comprensión del medicamento: no es solo un tratamiento para adelgazar, sino una herramienta directa de protección cardiovascular", asegura el profesor John Deanfield, investigador del Instituto de Ciencia Cardiovascular de la Universidad College de Londres y autor principal del estudio.
¿Por qué un fármaco para 'adelgazar' protege el corazón?
El estudio detectó que la reducción de la grasa abdominal (circunferencia de cintura) solo explicaba un tercio del efecto protector cardiovascular. Es decir, que la semaglutida mejora la salud del corazón por mecanismos que van más allá de la pérdida de grasa corporal total.
Los científicos creen que esto se debe a que el fármaco semaglutida pertenece a la familia de los agonistas del receptor GLP-1, una hormona natural que regula el apetito y el azúcar en sangre. Esto hace que, además de reducir el hambre y mejorar la sensibilidad a la insulina, también actúe sobre:
- La inflamación vascular, reduciendo la producción de citocinas proinflamatorias.
- La presión arterial y los niveles de colesterol LDL.
- La función endotelial, es decir, la capacidad de los vasos sanguíneos para dilatarse y mantenerse elásticos.
Estos efectos, junto con la mejora del metabolismo de la glucosa, reducen el riesgo de infarto, ictus y enfermedad coronaria incluso en personas sin diabetes.

Menos grasa abdominal, menos riesgo
Por otro lado, el ensayo mostró que cada 5 cm menos de cintura se asocian con una reducción del 4% en el riesgo cardiovascular, independientemente del peso total. "La grasa abdominal es más peligrosa para el corazón que el peso corporal general", recordó Deanfield.
La obesidad visceral, es decir, la acumulada en torno a los órganos, libera sustancias inflamatorias que dañan las arterias y aumentan la resistencia a la insulina. Por eso, reducir este tipo de grasa puede ser más importante que ver un número menor en la báscula.
¿Puede Ozempic empezar a recetarse a personas sin obesidad ni diabetes?
Hasta ahora, la semaglutida —comercializada como Ozempic o Wegovy— se prescribía principalmente a personas con obesidad severa o diabetes tipo 2. Pero este nuevo análisis sugiere que también podría beneficiar a pacientes con sobrepeso moderado y riesgo cardiovascular, incluso si no logran grandes pérdidas de peso.
"Restringir su uso solo a quienes cumplen ciertos índices de masa corporal podría no ser la mejor estrategia", indican los investigadores. "Deberíamos empezar a ver estos medicamentos no solo como fármacos para adelgazar, sino como tratamientos que modifican el riesgo de enfermedad cardíaca".
El estudio SELECT marca un antes y un después en el uso clínico de los agonistas GLP-1: tras estos hallazgos, los investigadores consideran que podrían usarse para prevenir eventos cardiovasculares en pacientes con sobrepeso y antecedentes cardíacos. Esto abre la puerta a considerar su uso más allá del control del peso o la diabetes: "Estamos ante una redefinición del concepto de tratamiento metabólico", concluye Deanfield.
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