Salud

El riesgo cardiovascular aumenta o se reduce en función del cariño que recibiste de niño

Es el resultado de un estudio pionero que analiza cómo afecta a largo plazo la calidad del entorno familiar que se tuvo en la infancia

La bronquiolitis y los episodios de sibilancias son de gran importancia durante la infancia
Los episodios traumáticos vividos en la infancia afectan a la salud adultaDreamstimeDreamstime

Lo que te pase de niño puede tener consecuencias imprevisibles en tu vida. Aunque, ahora, quizá puedas incluso conocer cómo es tu riesgo de sufrir un infarto o un accidente cardiovascular. Para ello, deberás tener presente si fuiste feliz.

Investigaciones anteriores han establecido que las experiencias infantiles de maltrato, abandono y consumo de sustancias en el hogar pueden empeorar la salud cardiaca de una persona a lo largo de su vida.

Sin embargo, según un estudio dirigido por la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (NYU) y el Centro Médico Wexler de la Universidad Estatal de Ohio (Ohio State University Wexler Medical Center), ahora se demuestra que recibir el calor de un cuidador durante la infancia protege la salud cardiovascular en etapas posteriores de la vida.

Los resultados, publicados en línea el 23 de enero en la revista Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, son los primeros en enmarcar la adversidad y los factores de protección en un grupo grande en lo que respecta a la salud cardiovascular a lo largo del tiempo, dicen los investigadores.

Dado que las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la primera causa de muerte en Estados Unidos (en España también), y que los adultos negros tienen más del doble de probabilidades de morir de ECV que los adultos blancos, la cohorte del estudio incluyó a individuos que se identificaban como negros y blancos.

"Sabemos que la mitigacióm de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares debe comenzar en la infancia", explica Robin Ortiz, profesor de los Departamentos de Pediatría y Salud de la Población de la NYU Langone, autor principal del estudio y miembro de la facultad del Instituto para la Excelencia en Equidad en Salud.

"Al mismo tiempo, nuestros hallazgos muestran que la adversidad en la primera infancia no equivale al destino. Mientras que los entornos familiares adversos en la infancia se asociaron con menores probabilidades de salud cardiovascular en la edad adulta, nuestros hallazgos sugieren que el apoyo y, lo que es más importante, el cuidado estable pueden tener una mayor influencia en la salud cardíaca posterior que la adversidad temprana".

Salud, infancia y corazón: Cómo se realizó el estudio

El equipo de investigadores analizó una muestra de más de 2.000 participantes en el estudio CARDIA, un análisis a largo plazo sobre el riesgo de enfermedades cardiovasculares que comienza en la edad adulta temprana. Durante más de 35 años se realizó un seguimiento de más de 5.000 adultos para ayudar a los investigadores a comprender qué factores de la vida temprana aumentan el riesgo de ECV en etapas posteriores de la vida.

Los investigadores analizaron los datos de este grupo al inicio del estudio, cuando la cohorte tenía una edad media de 25 años, y los datos de seguimiento a intervalos de siete y 20 años.

Utilizando escalas que medían la adversidad en la infancia, incluidos el maltrato infantil y la calidez de los cuidadores, descubrieron que cada puntuación unitaria adicional de adversidad en el entorno familiar en general, y de maltrato infantil en particular, se asociaba con un 3,6 y un 12,8% menos de probabilidades de salud cardiovascular ideal (CVH), respectivamente.

Por su parte, cada puntuación unitaria adicional de calidez de los cuidadores, en particular, se asociaba con un 11,7% más de probabilidades de salud cardiovascular. La puntuación de la CVH se calificó según una escala de siete parámetros de salud definidos por la Asociación Americana del Corazón, entre ellos la dieta, el tabaquismo, la actividad física, el peso, los lípidos, la tensión arterial y la glucosa en ayunas.

La exposición a la mayor cantidad de calidez por parte del cuidador y la menor cantidad de maltrato infantil, en conjunto, se asoció con las puntuaciones más altas de CVH. Todos los resultados se mantuvieron durante 20 años de seguimiento. Te puede interesar: Si presentas estos dos síntomas antes de los 55 años, debes vigilar tu corazón 

Al estratificar los resultados en función de los ingresos en la edad adulta, los resultados fueron más matizados. Los investigadores descubrieron que la relación entre la adversidad en la infancia y la CVH sólo destacaba entre quienes tenían niveles socioeconómicos más altos en la edad adulta (más de 35.000 dólares anuales).

Los entornos familiares adversos se asociaron a una menor CVH en los niveles de ingresos comprendidos entre 35.000 y 74.000 dólares anuales, así como en los ingresos superiores a 75.000 dólares anuales, pero no hubo una relación significativa entre la CVH y los ingresos anuales inferiores a 25.000 dólares o comprendidos entre 25.00 y 34.000 dólares.

Estudios previos en este campo han demostrado que una vez en la edad adulta, explicó Ortiz, puede ser más difícil para las personas que se enfrentan a retos económicos alcanzar altos niveles de CVH para aquellos con y sin adversidad en la infancia, tal y como se midió en este estudio.

La esperanza, dice Ortiz, es que este estudio ofrezca una visión de cómo el apoyo a las relaciones sanas, tanto de apoyo como estables, de los cuidadores en la infancia puede ofrecer un mayor logro de la CVH a nivel de población. Las investigaciones futuras también se centrarán más en la compleja relación entre la CVH y las dificultades económicas en distintos momentos de la vida.

"Tenemos que abordar las relaciones sanas entre los cuidadores y las dificultades socioeconómicas", afirma Ortiz. "Necesitamos políticas y programas que apoyen tanto a los cuidadores como a los niños para lograr una mayor equidad sanitaria", concluye.