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Salud

El simple enjuague bucal que detecta ataques de corazón años antes de que sucedan

Los científicos han identificado que las encías y la saliva de jóvenes sanos pueden convertirse en una señal de alerta temprana de enfermedad cardiovascular

En Resumen
La salud de tu boca es también un indicador de salud cardiovascular Freepik

Lo más aterrador de cardiopatías como los ataques al corazón son su aparente imprevisibilidad. La mayoría de ellas tienen relación con factores de riesgo que podemos controlar o medir como la presión arterial, el peso corporal, la alimentación, el consumo de alcohol y tabaco o la actividad física. Sin embargo, en ocasiones las enfermedades cardiovasculares se presentan por causas difíciles de determinar.

En España más de 10 millones de personas padecen enfermedades y patologías relacionadas con el corazón, de las cuales más de 120.000 personas fallecen cada año, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Esto las convierte en la primera causa de muerte en nuestro país.

Su gran prevalencia se traduce también en un enorme gasto público. La gran prevalencia de dolencias como la insuficiencia cardiaca o la fibrilación auricular se traducen en un enorme gasto público. En concreto, el coste que suponen la enfermedades cardiovascular para el Sistema Nacional de Salud es muy alto: más de 9.000 millones de euros al año. La clave para reducir estas cifras es trabajo de todos y debe basarse en la prevención desde temprana edad.

Por ello, se trabaja en desarrollar pruebas diagnósticas más exhaustivas desde enfoques diferentes e interesantes. ¿El último? Los científicos creen haber encontrado la manera de identificar los primeros signos de alerta de una enfermedad cardiovascular a partir de una simple muestra de saliva.

El signo de enfermedad cardiovascular que aparece en la boca

Para comprender de dónde sale este hallazgo, debemos comprender que la inflamación de las encías conduce a la periodontitis, que está relacionada con las enfermedades cardiovasculares. De hecho, las personas con una enfermedad en las encías tienen hasta un 50% más de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, según la Fundación Española del Corazón.

Así, el equipo utilizó un simple enjuague bucal para comprobar si los niveles de glóbulos blancos en la saliva (un indicador de la inflamación de las encías) de personas adultas sanas podían relacionarse con señales de alerta de enfermedades cardiovasculares. Fue así como descubrieron que unos niveles elevados de glóbulos blancos se correlacionaban con un deterioro de la dilatación mediada por flujo, un indicador precoz de mala salud arterial.

Cuidar nuestros dientes puede prevenir ataques cardiacosFreepik

"Incluso en adultos jóvenes sanos, unos niveles bajos de inflamación oral pueden repercutir en la salud cardiovascular, una de las principales causas de muerte en Norteamérica", afirmó el doctor Trevor King, de la Universidad Mount Royal, autor correspondiente de este estudio publicado en Frontiers in Oral Health.

Así se realizó el estudio: enjuagues y electrocardiogramas

Los científicos sospechan que los factores inflamatorios pueden entrar en el torrente sanguíneo a través de las encías y dañar el sistema vascular. En este sentido, King y sus colegas se propusieron estudiar a jóvenes sanos sin problemas periodontales diagnosticados para determinar si unos niveles más bajos de inflamación bucal pueden ser clínicamente relevantes para la salud cardiovascular.

"Estamos empezando a ver más relaciones entre la salud bucodental y el riesgo de enfermedad cardiovascular", apunta Ker-Yung Hong, primer autor del estudio, que ahora estudia odontología en la Universidad de Western Ontario. "Si estamos viendo que la salud bucodental puede influir en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares incluso en individuos jóvenes sanos, este enfoque holístico puede aplicarse antes".

El equipo eligió como indicadores clave del riesgo cardiovascular la velocidad de la onda del pulso, que puede medir la rigidez de las arterias, y la dilatación mediada por flujo, una medida de la capacidad de las arterias para dilatarse y permitir un mayor flujo sanguíneo. Estas mediciones miden directamente la salud arterial: la rigidez y el mal funcionamiento de las arterias aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular de los pacientes.

Los científicos reclutaron a 28 no fumadores de entre 18 y 30 años, sin comorbilidades ni medicamentos que pudieran afectar al riesgo cardiovascular. Se les pidió que ayunaran durante seis horas, excepto para beber agua, antes de acudir al laboratorio. Una vez allí, se enjuagaron la boca con agua antes de enjuagarse con solución salina, que se recogió para el análisis.

A continuación, los participantes se tumbaron durante 10 minutos para someterse a un electrocardiograma y permanecieron tumbados otros 10 minutos para que los científicos pudieran tomarles la tensión arterial, la dilatación mediada por flujo y la velocidad de las ondas del pulso.

"La prueba del enjuague bucal podría utilizarse en la revisión anual en los médicos de familia o el dentista", afirma el doctor Michael Glogauer, de la Universidad de Toronto, coautor del estudio. "Es fácil de implementar como herramienta de medición de la inflamación oral en cualquier clínica".

¿Cuidar de los dientes mejora la salud del corazón?

Al final del experimento, los científicos descubrieron que la presencia elevada de glóbulos blancos en la saliva guardaba una relación significativa con una dilatación mediada por flujo deficiente, lo que sugiere que estas personas pueden tener un riesgo elevado de sufrir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, no había relación entre los glóbulos blancos y la velocidad de la onda del pulso, por lo que aún no se habían producido efectos a largo plazo sobre la salud de las arterias.

Los científicos plantearon la hipótesis de que la inflamación de la boca, al filtrarse al sistema vascular, afecta a la capacidad de las arterias para producir el óxido nítrico que les permite responder a los cambios en el flujo sanguíneo. Unos niveles más altos de glóbulos blancos podrían tener un mayor impacto en la disfunción vascular; los niveles hallados en los participantes no suelen considerarse clínicamente significativos.

"Siempre se recomienda una higiene bucal óptima, además de las visitas regulares al dentista, especialmente a la luz de estas pruebas", dijo King. "Pero este estudio era un estudio piloto. Esperamos aumentar la población de estudio y explorar esos resultados. También esperamos incluir a más individuos con gingivitis y periodontitis más avanzada para comprender más profundamente el impacto de los diferentes niveles de inflamación gingival en las medidas cardiovasculares".

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