Entrevista

Susana Monereo: "La mejor recomendación es acostumbrarse a los sabores menos dulces"

Entrevista a la doctora Susana Monereo, jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional

Doctora Susana Monereo
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1.- ¿Qué tanto por ciento de alimentos de consumo habitual esconden azúcar en su composición?

El azúcar en concentraciones elevadas es un componente escaso en la alimentación natural, salvo frutas, miel, remolacha, es raro encontrar alimentos naturales que tengan sabor dulce a expensas de gran cantidad de azúcar , sin embargo en los alimentos fabricados y procesados la presencia de azúcar es posible que supere el 80%. Tanto el sabor dulce en si mismo como el propio azúcar, tiene efectos aditivos porque producen placer y recompensa y tendemos a comerlo en mayores cantidades y de forma repetitiva, de alguna manera crean adicción

2.- ¿Es cierto que se intenta ocultar ese azúcar de manera deliberada, para confundir al consumidor?

Desconozco si se hace de forma deliberada o no, lo que si se es que el etiquetado nutricional es difícil de entender y no siempre aparece la palabra azúcar como tal, ya que hay muchas formas químicas de azucares cuyos nombres son poco conocidos la lista de ingredientes el azúcar añadido se puede identificar como “azúcar”, y también con muchos otros nombres, como glucosa, sacarosa, dextrosa, jarabe de glucosa, fructosa, oligofructosa, jarabe de fructosa, caramelo, miel, zumo de fruta concentrado, dextrina, malto dextrina, almidón modificado de maíz, tapioca, en jarabes de algarroba, de maíz etc.

Evidentemente no siempre somos capaces de identificarlo y con frecuencia los consumimos lo consumen creyendo que no lo contienen. Recomiendo siempre leer el etiquetado, ver palabras como sirope, jarabe, palabras con x como dextrina, nos pueden indicar que el alimento contiene azucares añadidos. También sospechar cuando las calorías totales por ración son altas y no es un alimento graso

3.- ¿Y cómo lo puede combatir el propio consumidor, dado que el etiquetado puede confundirlo?

Para mí la mejor manera sería no consumirlos o reducir mucho su consumo. Tomar alimentos naturales en lugar de procesados es la mejor opción

4.- ¿El azúcar es tan malo? Algunos opinan que es veneno, el alimento de las células cancerígenas…

El azúcar en sí mismo no es malo, la recomendación de la OMS es no pasar de 25 gr día, o un 5% de las calorías totales de la dieta. El problema es que con los procesados y también por las bebidas dulces incluidos los zumos la cantidad que tomamos al día supera a veces el 40% de las calorías, lo que es una barbaridad. Produce obesidad ya que no somos capaces de quemarlo, y altera la homeostasis de la glucosa, favorece la subida de la insulina y acaba produciendo enfermedades como la diabetes, o el hígado graso, además de los daños en los dientes de los que no tenemos que olvidarnos.

5.- Pero entonces, ¿qué hay que hacer, reducir su consumo o tratar de eliminarlo en lo posible?

Primero ser conscientes de ello y saber que los alimentos procesados siempre llevan a azúcares añadidos, y por tanco consumirlos menos claramente es la mejor opción. Los estados tiene responsabilidad en ello y deben instar a la industria alimentaria a que baje la cantidad de azúcar en alimentos y bebidas. Desde el punto de vista individual o familiar, la educación es fundamental: acostumbrarse a beber agua en vez de refrescos, no premiar a los niños con dulces, volver al bocadillo y evitar bollería, aprender a cocinar y no comprar precocinados, serían buenas opciones.

6.- ¿El consumo de todo ese azúcar que no sabemos que consumimos, nos puede conducir además, sin que pensemos que lo estamos provocando, determinados tipos de diabetes?

La diabetes tipo 2 aparece en pacientes con predisposición genética que generalmente han ganado mucho peso y tiene malas pautas alimentarias y de hábitos de vida. Evidente si toman muchos azúcares en la dieta exigen al páncreas que produzca más insulina y a veces ese páncreas no puede responder y ahí es cuando aparece la enfermedad. Otras veces sí producen insulina pero la propia obesidad hace que se hagan resistentes a la hormona y en ese momento aparece la diabetes. En ambos casos bajar de peso y una dieta sin azúcares es básica para tratar la enfermedad y en muchos casos para curarla.

7.- ¿El azúcar tiene alguna ventaja, alguna propiedad que le podamos reconocer?

La glucosa como tal es la moneda energética del organismo y es el nutriente indispensable para el cerebro. En circunstancia normales el cerebro consume unos 140 gr al día. El tema esta en que este azúcar nos la dan lo alimentos naturales como las verduras , frutas, cereales, legumbres sin que tengamos que tomarla como tal. También nos ayuda en situaciones de ejercicio intenso, o en pacientes que tiene bajadas de azúcar por diferentes causas. En estos casos estaría justificado tomar glucosa o azúcar como tal de forma puntual. En el resto con una alimentación equilibrada natural como la dieta mediterránea, no necesitamos añadir o tomar azúcar extra.

8.- Y ¿existe un buen sustituto para el azúcar? Porque todos los edulcorantes parecen tener serias contraindicaciones, a veces incluso mayores que el propio azúcar…

Sabemos que el sabor dulce es delicioso muy hedónico, produce mucho placer y nos gusta a todos mucho. Si además entendemos que nos han premiado desde pequeños con dulces y que cuando estamos tristes buscamos recompensa con ello, es francamente difícil sacarlo de nuestras vidas.

Los edulcorantes acalóricos: sacarina, ciclamato, aspartamo, estevia, etc., que no tienen ningún efecto, ni malo ni bueno, sobre nuestra salud en las cantidades habituales que son muy pequeñas. Todos los edulcorantes autorizados (aquellos que contienen la letra E) son seguros en las cantidades de consumo normal.

Aunque recientemente han aparecido informaciones sobre algunos edulcorante aspartamo o el eritol que se han asociado con una mayor incidencia de un tipo de tumor hepático y en el segundo caso de con un mayor riesgo cardiovascular. Esta asociación aunque no debemos tomarla al pie de la letra si nos indica que debemos estar alerta y reducir su consumo por si aparecieran mas datos en un futuro.

Mi mejor recomendación es poco a poco acostumbrarse a sabores menos dulces, no usar edulcorante pero tomar menos azúcares, por ejemplo no añadirlo a los alimentos diarios como café, al yogur, tomar de postre siempre fruta natural, no tomar bebidas dulces aunque sean light y ser conscientes de que cuando tenemos hambre de dulce lo que solemos es buscar una recompensa, porque hemos tenido un mal día o estamos aburridos, no necesitamos chocolate ni nada parecido.