Opinión
Vacunación necesaria: Europa en alerta por la tosferina
La disminución de la inmunización por colectivos antivacunas es uno de los motivos que están detrás del repunte de casos
Creemos importante recordar que la tosferina es una enfermedad respiratoria infecciosa causada por una bacteria y que suele comenzar como un catarro que afecta fundamentalmente a la población adolescente y a los adultos jóvenes. Generalmente la tosferina no suele repercutir gravedad como en los lactantes, pero de forma pandémica se puede convertir en un problema de salud pública y sanitario importante. Recientemente, lo que está ocurriendo es un aumento muy importante epidémico de tosferina en Europa y sobre todo en bebés, donde esta patología infecciosa sí se convierte en un cuadro grave.
El motivo fundamental de este brote epidémico de tosferina en Europa es uno, la disminución de la vacunación por colectivos antivacunas, y, dos, la falta de defensas de la población en general ante un resurgir de enfermedades olvidadas como la tosferina y el sarampión y la menor inmunización general de la población debido a los efectos de la pandemia del coronavirus. Los expertos sugieren que las cinco dosis de refuerzo entre los dos meses y los seis años para evitar la infección continúa sin ser suficiente, por lo que se considera que en España resulta necesario añadir una más entre los 12 y los 14 años. Estos últimos representan el 36% de todos los casos de 2023 en nuestro país.
En España, desde que comenzó la ola epidémica de tosferina a mediados de octubre, ha dejado 11.175 casos, según declara la Red Nacional de Vigilancia Epidémica (Renabe), y que sitúa la incidencia en el 81,2 por cien mil habitantes. La presentación de estos picos tiene un patrón estacional de predominio en meses cálidos y, en general, los casos son leves y solo el 3,8 acaban en el hospital.
El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), con sede en Copenhague (Dinamarca), ha informado recientemente de que, durante el año 2023 y hasta abril de 2024, los países de Europa han notificado más de 60.000 casos de tosferina, lo que supone 10 veces más que en 2021 y 2022. En España, han fallecido cuatro personas, entre ellas dos bebés prematuros y dos personas mayores con patología previa. Este organismo que vela por la salud de los europeos atribuye el repunte de casos a la bacteria «Bordetella Pertussis» y declara que durante los años de pandemia no circuló la infección y también por los efectos irresponsables provocados por los antivacuna. Declara también que hay más bebés sin vacuna y también más casos que solo han recibido una dosis, lo que reduce de forma clara la protección. Esta enfermedad bacteriana es altamente infecciosa y afecta principalmente a los pulmones y a las vías respiratorias. Y decir también que la bacteria causante se alberga en la boca, nariz y garganta de la persona infectada.
La tosferina es una enfermedad endémica en Europa y en todo el mundo causa epidemias más grandes cada tres o cinco años incluso en países con alta cobertura en vacunación. El ECDC declara que preocupa mucho la especial vulnerabilidad de los recién nacidos porque tienen muchos riesgos de padecer enfermedades raras y la mayoría de las hospitalizaciones y muertes relacionadas con la tosferina ocurren entre los menores de seis meses. Por eso las autoridades de salud europeas solicitan fortalecer los programas de vacunación y mantener una alta cobertura incluyendo las dosis de refuerzo posterior.
Hay que hacer campañas de divulgación donde se anime a las mujeres embarazadas a que se vacunen contra la tosferina durante el segundo y tercer trimestre del embarazo para proteger a los niños desde su nacimiento, antes de que se puedan vacunar. En toda Europa, incluida España, como es lógico, se recomienda la inmunización materna además de un programa de vacunación infantil de rutina.
Las vacunas que se disponen en la actualidad son muy seguras y eficaces para prevenir la enfermedad bacteriana y la vacunación (de obligado cumplimiento) y es una de las herramientas claves para ayudar a salvar vidas y evitar que la enfermedad se propague más. La libertad individual, siempre respetable, está por debajo del derecho a la salud colectiva.
Basta ya con irresponsabilidades en salud pública de ciudadanos que no vacunan como debe ser obligatorio a sus hijos y a ellos ante una patología infecciosa que tiene una vacuna muy eficiente sin efectos secundarios importantes y que además el Ministerio de Sanidad (Ministerio de Salud, «One Health») garantiza dosis suficientes para todas las necesidades. La alerta de tosferina en Europa precisa que sea tomada en serio por todos los países y ciudadanos europeos para evitar morbimortalidad innecesaria y que se perpetúe una bacteria que estaba, junto con el sarampión, casi extinguida.
Las campañas de divulgación realizadas por los organismos correspondientes deben de reforzarse y expandirse de forma regular por todo el territorio de la Unión Europea.
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