Ciencia

Este yacimiento es una mina de «oro negro»

Localizado en Galicia. Gracias a la conjunción de tantalio y niobio permitirá fabricar móviles sin recurrir a la explotación en otros países

El coltán es uno de los minerales más codiciados y también el protagonista de una de las historias más oscuras y dramáticas de la industria moderna. Materia prima clave para la fabricación de teléfonos móviles y componentes electrónicos, su extracción ha estado unida a años de explotación infantil, violencia y baños de sangre en países como la República Democrática del Congo. El nombre del coltán ha quedado demasiado marcado por la peor manifestación de la codicia y la pobreza.

Ayer, sin embargo, el mineral protagonizó una buena noticia y lo hizo en España. Un equipo de investigadores liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha desarrollado un nuevo procedimiento para recuperar estaño de una antigua mina de Orense y, con él, extraer dos metales que forman parte del coltán, el niobio y el tántalo. Es la primera vez que se sintetizan en España dos compuestos de esta materia prima.

Se llama coltán a la mezcla de columbita y tantalita. Se trata de un mineral relativamente escaso pero estratégico para muchas regiones del mundo, entre ellas la Unión Europea. El tántalo que de él puede extraerse es de gran utilidad para crear condensadores de equipos electrónicos. Y algunas aleaciones metálicas que contienen este elemento son también empleadas en la construcción de motores de aviones, turbinas y reactores nucleares. Es el «oro negro» de la industria contemporánea.

También lo es el niobio que, a parte de sus aplicaciones en la aeronáutica, presenta una propiedad muy codiciada: la superconductividad. Por ello se usa en aparatos de resonancia magnética y aceleradores de partículas

Pero es en la electrónica donde estos metales ganan su principal interés. La mayoría de los aparatos que nos rodean, desde móviles a consolas de videojuegos tienen coltán o algunos de sus componentes.

«La mezcla de oro»

A partir de minerales acumulados durante décadas en la mina orensana de Penouta, en el municipio de Viana do Bolo, expertos del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas y del CSIC han desarrollado un proceso que permite obtener estaño de alta pureza y posteriormente, de la escoria resultante, compuestos de niobio y tántalo.

El investigador del CSIC Félix Antonio López ha explicado que: «El coltán, término coloquial para denominar la mezcla en proporción variable de columbita y tantalita, es un mineral relativamente escaso que contiene niobio y tántalo y forma parte de los minerales estratégicos para la Unión Europea por sus propiedades para fabricar la mayoría de los dispositivos electrónicos que nos rodean, desde teléfonos móviles a consolas de videojuegos». Y añade: La tarea no es sencilla: «El niobio y el tántalo son dos elementos con mucha afinidad química y su separación selectiva es complicada. Para ello, tenemos que separar primero el estaño y después aplicar un proceso laborioso para obtener sales comerciales tanto de niobio como de tántalo, y hacerlo además con rendimientos y purezas atractivas para su explotación comercial».

El resultado es la obtención de lingotes de estaño de una pureza del 95% y, por primera vez, se han aislado en ellos sales de niobio y tántalo de calidades de hasta un 97% y un 99% respectivamente. Se ha logrado mediante distintas etapas de lixiviación y extracción con disolventes orgánicos

El proyecto recibe el nombre de ESTANNIO, y se ha desarrollado en colaboración con las empresas Strategic Mineral y KROWN. La mina de Penouta es la única mina en Europa en la que se explotan estos minerales estratégicos.

Con este avance se ha dado un paso importante hacia la obtención de minerales clave mediante prácticas sostenibles y muy alejadas del drama diario que supone la extracción de coltán en otros lugares del planeta.

Se estima que la vida útil de la mina será de 35 a 40 años, como mínimo. Además, a diferencia de otros proyectos, los trabajos en la mina de Penouta no han producido rechazo social, ya que su reactivación ha generado empleo en el municipio. Asimismo, tampoco existe riesgo medioambiental, pues «el proceso de obtención de los concentrados no lo implica», según fuentes de Strategic Minerals, algo que, sin duda, es un factor importante ante la urgente crisis climática.