Religión

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Coronavirus: el miedo cunde en los besapies

No en todas las diócesis se aplican las mismas medidas de precaución.

En Murcia, un cristal protege al Cristo de Medinaceli, y en Madrid se ha prohibido besar la talla, pero en Sevilla hay nueve besamanos y besapiés sin precauciones. Las colas para ver el Cristo de Medinaceli has sido esta año más mucho más cortas que en los anteriores. El coronavirus ha cambiado la tradición e incluso la Reina Sofía ha sido este año más discreta con sus saludos si lo comparamos con la última vez que visitó la Basílica. La reina emérita ha venerado la imagen sin tocarla.

Al Cristo de Medinaceli de Murcia tampoco le ha tocado nadie. Los devotos han expresado tristeza y comprensión frente a la decisión del Arzobispado. Resignación ante una medida básica que sin embargo en Sevilla no ven tan necesaria. El arzobispo ha dejado libertar a los fieles. Nueve besamanos y besapiés sin precauciones en la capital andaluza.

En Salamanca, con la ayuda del metacrilato que cubre sus pies y del antiséptico que usa la congregación que organiza su multitudinario besapié, el Jesús Rescatado ha retado al temido coronavirus al mantener su acto central y recordar así su historia, llena de momentos en los que los salmantinos se postraban ante él para protegerse de las pestes medievales.