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Alberto Sánchez: «La nanotecnología nos ha permitido desarrollar una mascarilla única»

Entrevista al Director General de Mascarillas Béjar

Alberto Sánchez
Alberto SánchezLa Razón

Las mascarillas «Made in Béjar» siguen afianzando su liderazgo y apuestan por la marca España con su último lanzamiento, NAN300, que incorpora las creaciones de los mejores diseñadores españoles. Alberto Sánchez, Director General de Mascarillas Béjar, cuenta a LA RAZÓN qué proyectos tiene la empresa y cómo evolucionará la industria textil.

–¿Las mascarillas van a formar parte de nuestro vestuario a largo plazo?

–Por ahora tenemos que acostumbrarnos a vivir y estar con ellas durante al menos, como parece, un año más. Hasta que llegue la ansiada vacuna, la mascarilla es el único elemento probado que funciona. En este aspecto, nuestra objetivo es hacerlas más cómodas, seguras, ligeras y bonitas, para que, al menos, sean un mal menor.

–¿Cómo funciona NAN300?

–La nanotecnología es uno de esos cuasi milagros de la ciencia contemporánea que nos dota de una calidad de vida brutal. Con ella se opera sobre los elementos mas ínfimos y mínimos de tejidos, organismos o composiciones moleculares. Así es como se ha creado una membrana nano técnica que se asemeja a la piel humana, desarrollada con nuestros aliados españoles, Comertex. Este tejido es el que aísla el virus y no le deja ni entrar ni salir, es hidrófugo y transpira. Junto a ella y una tecnología revolucionaria de cuatro capas sobre la base de una mascarilla quirúrgica, hemos conseguido desarrollar un prototipo único, y totalmente innovador, que une belleza, salud, diseño y protección.

–¿Cómo surgió la idea de colaborar con diseñadores españoles y en la Mercedes Fashion Week?

–Como buenos industriales de tradición textil familiar, siempre hemos guardado una especial relación con la moda española, y como tal, la propuesta de Mercedes Benz Fashion Week e IFEMA de que pudiésemos participar con ellos en esta edición tan simbólica nos ha parecido una ocasión excepcional de poner blanco sobre negro nuestra implicación en España, en su tejido industrial y desde luego en promocionar su moda como parte indispensable de su economía y su cultura. Hoy la responsabilidad social con nuestro país y nuestra industria es una obligación.

Mascarillas Béjar, edición Mercedes Fashion Week
Mascarillas Béjar, edición Mercedes Fashion WeekLa Razón

–¿Las mascarillas «Made in Spain» están ganando posiciones a las importadas?

–Sí, es un orgullo que la sociedad entera este dando su apoyo a sus industrias, y más a las que en plena pandemia hemos dado de nosotros todo y más para crear empleo, fuerza productiva y justicia social. Por nuestra parte, hemos donado el 75% de cada caja vendida a la acción directa contra el hambre y en apoyo a la solidaridad y la dignidad de miles de personas. El «Made in Spain» es lo que nos hacía falta, desde que en 2007 tuvimos que asistir al desmantelamiento de nuestras empresas, a su deslocalización de la fuerza productiva a Asia y al paro de cientos de profesionales. Hoy nuestra dignidad profesional vuelve a brillar y cada oficio tiene un papel otra vez fundamental en la vida de Béjar y de España.

–¿Qué pasará cuando llegue la vacuna?

–Con la misma rapidez, solvencia y fuerza con la que nos hemos reinventado en plena pandemia, estoy convencido que seremos capaces de hacer frente a cualquier reto que nos ocupe. Recordaba hace poco una película, «La hora más oscura», y el papel de Winston Churchill en la II Guerra Mundial cuando su fuerza y visión motivaron el cambio de timón de toda una guerra casi perdida ya. Nosotros como salmantinos, como bejaranos, somos una fuerza de empuje única, somos tierra de aventureros, de trabajadores inagotables, capaces de sacar Mascarillas Béjar con nuestro esfuerzo en cinco meses de tragedia y caos. Desde luego Béjar, siempre ha sido y será textil, no dude usted que daremos muchas más sorpresas.

–¿Es necesario el apoyo gubernamental?

–El apoyo gubernamental por desgracia, en general y en España en particular con iniciativas sorpresivas e innovadoras es y ha sido bastante más escaso de lo que debería ser. Aún así, no les culpamos porque también sabemos cómo es gestionar una situación de «guerra» durante una hecatombe sanitaria. En todo caso, agradecidos y mucho a la Junta de Castilla León por habernos encargado 3 millones de mascarillas para ayudarnos y tener, de paso, un producto inmejorable y ayudando a nuestra economía.

–¿La venta de mascarillas chinas a precio de coste en supermercados perjudica a la industria española?

–No quiero molestar a nadie, pero es algo que puede ser contraproducente desde el punto de vista de la economía europea y española en general. Pero están en su derecho. Lo que sí le diría es que piensen en los que tendrán que consumir sus productos, ya que cada vez que se destruye un empleo, una familia pierde fuerza de consumo.

–¿Cómo ha cambiado vuestra producción?

–Hemos cambiado de forma radical. A día de hoy superamos casi los 100 empleos directos e indirectos. Ha sido de cero a cien, puesto que partíamos con seis empleados que no sabían que sería de su futuro. Todo ello ha evolucionado hasta alcanzar los 30 millones de mascarillas al mes. Quiero aprovechar para agradecer a todos los españoles que creyeron en nosotros y nos compraron, sabiendo que con ello apoyaban los derechos laborales y los sueldos dignos.

–¿Hay otras formas de proveer de mascarillas a los colectivos económicamente vulnerables?

–Por supuesto, además de bajar el IVA, cosa que no se ha hecho desde el Gobierno (solo se bajo para compras de instituciones, hospitales, centros médicos, y ONG’s), debería ser considerado un producto prioritario, subvencionado y apoyado en la misma medida que se obliga a su uso por ley. Y desde luego, si se predica con el ejemplo, y se compra a los que estamos haciendo economía, puestos de trabajo y asumiendo riesgos diarios e investigando, sería un hecho importante en esta reconstrucción obligada y necesaria.

El perfil

Es Director General de Mascarillas Béjar, división de Fibras Textiles Sánchez, una compañía familiar con dos generaciones de vida que originalmente fabricaba productos para el descanso y adaptó su producción para luchar contra la pandemia.