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Francisco declara 2021 como “Año Amoris Laetitia”

En el quinto aniversario de su exhortación apostólica sobre la familia, el Papa quiere relanzar el documento que abre la puerta a la comunión de los divorciados vueltos a casar

El Papa convoca un Año especial dedicado a la Familia que comenzará el 19 de marzo de 2021, cuando se cumplen cinco años de la publicación de la encíclica 'Amoris Laetitia'
El Papa convoca un Año especial dedicado a la Familia que comenzará el 19 de marzo de 2021, cuando se cumplen cinco años de la publicación de la encíclica 'Amoris Laetitia'La RazónLa Razón

El próximo 18 de marzo se cumplen cinco años de que el Papa diera luz verde a ‘Amoris laetitia’, la exhortación apostólica que ha supuesto un vuelco en lo que a la pastoral familiar se refiere. Y Francisco no está dispuesto a que se quede en papel mojado. De ahí que esta mañana, durante el rezo dominical del ángelus, anunciara que 2021 será “un año de reflexión para profundizar en el contenido del documento”. Así, invitó a todos los católicos del planeta a “sumarse a las iniciativas” que se pilotarán desde el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Desde la Biblioteca Apostólica del Vaticano y en soledad, con una plaza de San Pedro clausurada por la Pandemia, el Papa llamó a la Iglesia a “redescubrir el amor conyugal y familiar” al estilo de un texto que nació como resultado de dos sínodos dedicados a la familia, un proceso de trabajo inédito hasta el momento en el engranaje de la Santa Sede. Tanto es así que supuso un giro en lo que a la acogida se refiere, en tanto que Francisco, sin renunciar a las máximas que la Iglesia católica propone para las familias cristianas, supone una apertura a otras realidades que de una u otra manera podrían sentirse excluidas de la Iglesia.

Esta apertura que vino acompañada de un revuelo de puertas para adentro en Roma y otros tantos episcopados por una nota al pie que abriría la puerta a la comunión de los divorciados vueltos a casar.

En esta misma línea, en su alocución previa a la oración mariana, propuso “redescubrir el valor educativo del núcleo familiar” a través de tres palabras que planteó ejercitar en el día a día de los hogares: permiso, gracias y perdón. “Permiso para no ser invasivo en la vida de los demás”, expresó el Pontífice. “La gratitud es la sangre del alma noble”, dijo para proponer en cada momento un “gracias por tantas ayudas y servicios que hacemos en la familia”. Para completar el triángulo, Francisco recordó que el “perdón es la palabra más difícil de pronunciar”.

Así, admitió que “que en las familias “existen problemas y a veces se discute”. “Si discuten en la familia, que no termine el día sin hacer las paces. Porque la llama fría del día siguiente es muy peligrosa”, alertó.