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Conflicto

La UE exige a AstraZeneca que le envíe vacunas de sus plantas de Reino Unido

Anuncia la posibilidad de inspecciones en la planta situada en Bélgica para comprobar que el laboratorio no miente sobre sus problemas de producción

Entre la tragedia y el vodevil. La Comisión Europea y el laboratorio AstraZeneca se han enzarzado en una guerra sin cuartel en la que resulta difícil adivinar si será posible fumar la pipa de la paz. El día ha comenzado con confusión y medias verdades. Bruselas filtraba que el laboratorio había decidido dejar plantados a los representantes europeos en la cita prevista para esta tarde, una información que después era desmentida por el laboratorio que finalmente sí va acudir al encuentro de hoy, previsto a las 18.30 horas, para dar explicaciones sobre los retrasos en el suministro de vacunas.

Pero lejos de volver las aguas a su cauce con este anuncio, la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides, ha salido este miércoles en rueda de prensa a desmontar los argumentos de la compañía para justificar estas demoras. AstraZeneca asegura que los Veintisiete firmaron su contrato tres meses después que Reino Unido, lo que explica el retraso en las entregas, y que, desgraciadamente, están teniendo problemas en el ritmo de producción en la fabrica situada en Bélgica, la que debe proveer de dosis a los países europeos. Además, según el laboratorio, en el contrato no hay comprometidas un número específico de dosis sino tan sólo una cláusula general que obliga a que la producción sea lo más rápida posible.

Bruselas niega todos estos argumentos. Asegura que en el contrato suscrito se estipula que el laboratorio va a poder mantener sus promesas de producción, gracias al empleo de sus cuatro plantas (dos en territorio británico, una en Bélgica y otra en Alemania). Según la comisaria, nada impide que AstraZeneca envíe dosis desde sus plantas británicas al territorio comunitario ya que no se trata de unidades de negocio segregadas, tal y como apunta la empresa farmaceútica. “Las plantas de Reino Unido forman parte de nuestro contrato y por eso tienen que cumplir”, explica Kyriakides.

Bruselas cree que AstraZeneca está escondiendo el desvío de las dosis prometidas a la UE a otros países ( entre ellos Reino Unido), dispuestos a pagar más dinero por el antídoto. El laboratorio lo niega, pero según recuerdan fuentes diplomática y la propia comisaria “las aduanas no mienten” y Reino Unido está exportando vacunas a otros países, mientras lamenta no poder proveer a los europeos. De hecho, la Comisión Europea quiere tener listo antes de que termine la semana un mecanismo de transparencia para que los laboratorios estén obligados a notificar de manera previa sus exportaciones, aunque esto no significa que Bruselas quiera vetarlas.

Según explican fuentes comunitarias, las autoridades comunitarias también puede cerciorarse de que efectivamente se están registrando problemas de producción en la fábrica radicada en Bélgica. De hecho, la Comisión Europea en contacto con las autoridades del país para que inspeccionen la fábrica.

En cuanto a lo estipulado en los contratos sobre el número de dosis, Bruselas presiona ahora a AstraZeneca para que publique el documento cuyo contenido ha permanecido ahora en secreto por expreso deseo del laboratorio. En Bruselas ha causado malestar la entrevista de Pasca Soriot, CEO de la compañía, a varios periódicos europeos en los que alude a cláusulas teóricamente confidenciales. Un comportamiento que fuentes diplomáticas tachan como “muy sorprendente”.

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