¡Se avecina una primavera “intensa” para el 30% de españoles que son alérgicos, y a pesar de la mascarilla!

Es conocido por todos el refrán que han empleado más de una vez nuestras abuelas y que dice que ‘Año de nieves, año de bienes’ y es que, según alertan los expertos sobre esta primavera, hemos ‘disfrutado’ de un invierno de temperaturas suaves, con mucha mayor humedad e intensas lluvias que las de años anteriores, de forma que los 3 de cada 10 españoles alérgicos van a padecer “una primavera intensa, incluso a pesar del uso de la mascarilla”.

Así lo afirma la doctora Leticia Herrero, jefa del Servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Málaga, de forma que un paciente alérgico al polen tendrá esta primavera una “mayor probabilidad de presentar estornudos en salva (hasta 10-20 estornudos seguidos), además de congestión nasal, rinitis, picor de ojos, conjuntivitis, e incluso falta de aire en relación con la exposición al aire libre y de predominio los días de viento”.

Eso sí, a su juicio, es probable que su cuadro mejore al entrar en casa, donde este año también estamos pasando más tiempo por cuenta de la pandemia. Aunque claro, más tiempo en casa perjudica a los pacientes alérgicos a los ácaros del polvo o a la humedad, según reconoce, ya que “su clínica empeorará en espacios cerrados, especialmente al realizar el cambio de armario en estas fechas, o al hacer la limpieza en casa, y sentirá cómo se taponan las fosas nasales, presenta falta de aire o escucha ruidos sibilantes en su respiración; síntomas del asma bronquial, que es de origen alérgico en un 85% de los casos”.

En este sentido, la doctora Lourdes Romualdo, jefa de Servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Marbella, indica que los pacientes afectados de alergia a ácaros del polvo también sufrirán una mayor crisis de sintomatología alérgica por el aumento de la humedad, que propicia en estos meses que los ácaros estén presentes en mayor proporción en el ambiente.

Aquí la especialista de Quirónsalud Málaga recuerda que en primavera se polinizan de forma “importante”, y en ocasiones “explosiva”, pólenes de plantas, como la parietaria o las gramíneas, y árboles como el olivo, el plátano de sombra, o el ciprés.

Así, la doctora Herrero manifiesta que esta primavera vendrá más ‘cargadita’ para los alérgicos puesto que al haber tenido un invierno más cálido y de buen regadío, “las plantas han aumentado su polen afectando mayormente a los alérgicos”.

Además, sostiene que repercutirán también en las alergias el cambio climático, las partículas diésel de los combustibles, y la falta de lluvias de los últimos años, que han provocado que los pólenes sean más agresivos, creando síntomas bronquiales y de mayor magnitud para los pacientes.

Alergia VS. Covid-19

Con ello, las alergólogas recuerdan cómo distinguir los síntomas de la COVID-19 de los de la alergia típica de esta primavera, aunque siempre ante la duda recomiendan consultarlo con un especialista, y a pesar de la pandemia, es decir, sin miedo al contagio, puesto que los centros sanitarios son hoy instalaciones seguras al haber diseñado todas ellas circuitos limpios del virus.

“Un paciente con alergia respiratoria no desarrolla fiebre durante su cuadro alérgico, excepto cuando éste se complica con una infección viral o bacteriana. Por otro lado, el paciente suele mejorar según disminuye su exposición a los alérgenos, contrario a lo que ocurriría con una infección por COVID-19”, destaca la doctora Herrero.

Lo mismo indica que ocurre con los síntomas respiratorios, que disminuyen al limitar el contacto con el alérgeno o con los medicamentos como los antihistamínicos o corticoides, prescritos por un alergólogo y siempre bajo su supervisión.

“Para ello, debe consultar con un especialista para valorar la necesidad de medicación de rescate o mantenimiento y también la realización de inmunoterapia frente a la alergia concreta de cada paciente, no olvidemos que la mayoría de los pacientes consiguen controlar su asma y resto de enfermedad alérgica, incluso no precisando inhaladores en ningún momento del año”, declara la alergóloga Lourdes Romualdo.

Por ello, ante la duda, las responsables de Alergología de Quirónsalud Málaga y Marbella recomiendan consultarlo con un profesional. Ambos centros cumplen con los estándares más exigentes de desinfección en esta pandemia, tal y como acredita el sello ‘Applus+ Protocolo Seguro frente a la COVID-19’ con el que cuentan.

A su vez, las especialistas recuerdan que la comunidad científica asegura que la COVID-19 no afecta más al paciente alérgico, y resaltan que “lo esencial” en estos casos es siempre presentar un buen control de la enfermedad, sobre todo si además de un cuadro de rinoconjuntivitis o de síntomas oculonasales se presenta asma bronquial.

Una nueva aliada contra la alergia

No obstante, la personas con alergia no deben olvidar que esta primavera van a contar con un aliado más frente a sus cuadros alérgicos y es que las mascarillas, aparte de protegernos frente al contagio de COVID-19, tampoco dejan pasar las partículas a las vías respiratorias, según apunta la doctora Leticia Herrero.

En este tipo de alergias, “el uso de la mascarilla limita la exposición al exterior reduciendo los síntomas respiratorios, pero sigue afectando a los ojos, que pueden presentar picor, enrojecimiento o lagrimeo, porque continúan estando expuestos al exterior. Así que la mascarilla algo frena el polen, pero no totalmente”, advierte por su parte la doctora Romualdo, quien también destaca que tampoco ayuda que “no todo el mundo lleva la mascarilla bien ajustada”.