Volcán

Expertos marroquíes descartan un mega-tsunami en sus costas por la erupción de La Palma

Algunas predicciones catastrofistas se atribuyen a escenarios más a “hollywoodienses” que a la realidad

Una boca eruptiva expulsa lava y piroclastos en la zona de Cabeza de Vac
Una boca eruptiva expulsa lava y piroclastos en la zona de Cabeza de VacEuropa PressEuropa Press

Expertos marroquíes descartan que la erupción volcánica de La Palma pueda provocar un mega-tsunami, capaz de llegar a las costas del vecino país o incluso a la capital Rabat, como adelantan algunos medios franceses. Así lo afirma, con asombro, el profesor Nacer Jabour, jefe de división del Instituto de Geofísica; subraya que se debe mantener la alerta pero lanza un mensaje tranquilizador.

“Si hay un tsunami, barrerá todas las costas atlánticas de Marruecos y no solo las de Rabat”, insistió en declaraciones a Medias 24, al hablar de “oráculos carentes de rumores que quieren explotar escenarios de desastres de Hollywood que no tienen prácticamente ninguna posibilidad de actuar en Marruecos”.

“Según las observaciones actuales y pasadas de la comunidad científica, un escenario de desastre con muchas víctimas y grandes daños materiales como en Asia tiene menos del 1% de posibilidades de que ocurra. Para llegar a un escenario catastrófico, haría falta la desestabilización de la isla con en un principio su mitad que sería inundada por el Atlántico para luego desaparecer por completo bajo las olas”, explica el experto, muy poco convencido.

“Por ahora, --añade-- sólo estamos viendo una erupción puntual que puede parecerse a las que sucedieron en 1971 (erupción del Teneguía). Durante este precedente, no había habido ningún tsunami salvo algunos temblores volcánicos que duraron unas semanas, sin causar víctimas y menos afectando al vecino Marruecos. Hoy, simplemente estamos presenciando la liberación de gas, magma y lava que está rodando por las laderas sin nubes de fuego ni explosiones poderosas y que, por lo tanto, no deberían causar víctimas humanas en la isla”.

“Sabiendo que su trayectoria dependerá del viento y que no sabemos si saldrán del Atlántico hacia el continente americano o hacia nuestras costas, no hay por tanto ninguna certeza porque es la meteorología la que tomará el relevo”. El único riesgo real es llegar a una falta de visibilidad aérea, como sucedió en Islandia, con miles de millones de partículas en el aire que bloqquearon los aeropuertos.

Sobre los medios para prevenir tal fenómeno, afirma que la ciencia aún no tiene forma de detenerlo, pero puede anunciarlo con anticipación a diferencia del pasado, donde muchas veces era demasiado tarde para advertir a la población.

“De hecho, hoy, gracias a una tabla de medidas tomadas con sensores, tenemos muchos más medios de seguimiento que en 1971, fecha de la última erupción que ocurrió sin previo aviso.

“En realidad, para llegar a un patrón catastrófico que llegara a las costas y al territorio marroquí, sería necesario que ocurriera al mismo tiempo un terremoto de magnitud superior a 6 en la escala de Richter y una erupción volcánica de muy grande, lo que en mi opinión es muy poco probable que suceda. Además, para desestabilizar realmente la isla de La Palma y hacerla desaparecer bajo el agua, harían falta varios puntos de erupción contra un solo volcán hoy en actividad. “De hecho, si los sensores GPS hubieran notado un desplazamiento métrico perturbador de la erupción, todos (los ciudadanos) sin excepción habrían sido evacuados”, agrega.

“El futuro dependerá de la cantidad de magma traído a la superficie y pasarán unos 15 días antes de que los científicos se fijen realmente en la medida del riesgo que normalmente debería desaparecer”, concluye.