Covid-19

“La gestión inicial de la pandemia, uno de los peores fracasos de la historia de Reino Unido”

Un informe demoledor cuestiona numerosas medidas similares a las que se adoptaron también en España

La crisis de coronavirus no solo estuvo a punto de costar la vida al premier Boris Johnson. La gestión inicial de la pandemia se ha convertido también en su Talón de Aquiles en su carrera política al ser considerada ahora como “uno de los peores fracasos en materia de salud pública de la historia de Reino Unido”.

Tras meses de evidencias de testigos clave, el Comité de Ciencia y Tecnología y el Comité de Salud y Atención Social -formado por diputados de diferentes partidos- publicó ayer un informe de 150 páginas con conclusiones demoledoras para el Ejecutivo. Si bien se ensalza el gran logro de convertirse en uno de los primeros países del mundo en desarrollar la vacuna en enero de 2020, sus señorías consideran que tanto el Gabinete como sus asesores científicos cometieron “grandes errores” en su respuesta inicial con una estrategia “equivocada” que provocó que murieran más personas de las que debían.

El documento publicado ayer -titulado “Coronavirus: Lecciones aprendidas hasta la fecha”- lamenta que el enfoque inicial del Gobierno ante la crisis se basara “inflexiblemente en un modelo de la gripe”. Los diputados critican que la primera estrategia a la covid-19 se apoyara en “un planteamiento gradual” con intervenciones como el distanciamiento social, el aislamiento y los confinamientos, “un error” que derivó en más muertes.

“Las decisiones sobre confinamientos y distanciamiento social durante las primeras semanas de la pandemia y el asesoramiento que llevó a ellos se considera uno de los fracasos de la sanidad pública más importantes que haya experimentado nunca el Reino Unido”, señala el documento. Ahora ha quedado claro, agregan los diputados, que esto fue “la política equivocada, y que llevó a una cifra inicial de muertes mayor de lo que habría resultado de una política inicial más empática. En una pandemia que se propaga con rapidez y de forma exponencial, cada semana cuenta”.

El 5 de marzo de 2020, Johnson dio una rueda de prensa donde aseguraba que acababa de venir de un hospital con pacientes del coronavirus “dando la mano a todo el mundo”. Pese a que el resto de países europeos ya habían tomado medidas, Downing Street no decretó el confinamiento completo hasta el 23 de marzo de 2020, dos meses después de que el comité de asesores científicos Sage del Gobierno se reuniera por primera vez para discutir la crisis.

Sobre el controvertido tema de la inmunidad de grupo, planteamiento polémico debatido al comienzo de la crisis, se señala que si bien no fue una estrategia oficial, desde el Gobierno se buscó “tan solo moderar la velocidad de la infección, mediante la población, aplanando la curva de contagios en lugar de optar por medidas que frenara la propagación del virus”.

Se critica asimismo que el Reino Unido implementara “controles fronterizos suaves” solo en países que entonces contaban con altas tasas de infección, pese a que el 33 % de los casos registrados en la primera ola se introdujeron desde España y el 29 % desde Francia.

De haberse impuesto al comienzo medidas como la distancia social y los confinamientos, el documento recalca que se habría “comprado tiempo muy necesario” para investigar el desarrollo de vacunas, de tratamientos y un sistema de rastreo adecuado, lamentan los diputados. “Las primeras semanas de la pandemia expusieron deficiencias tanto en el asesoramiento científico como en las medidas del Gobierno”, sin que se tuviera una idea real del alcance de la propagación del coronavirus y restando importancia al papel de la transmisión de los asintomáticos.

“La respuesta británica ha combinado algunos grandes logros con algunos grandes errores. Es vital aprender de ambos para asegurar que el rendimiento es el mejor posible durante lo que resta de pandemia y en el futuro”, afirmaron en un comunicado conjunto los diputados conservadores Greg Clark y Jeremy Hunt, presidentes de los citados comités.

Pese a que su contenido es demoledor con la gestión gubernamental, el informe elogia el éxito del programa de vacunación “que fue valientemente planeado y ejecutado de manera efectiva”.

El ministro de la Oficina de Gabinete, Stephen Barclay, se negó ayer hasta en 11 ocasiones a disculparse con las familias que perdieron a sus seres queridos durante la pandemia. En una entrevista con Sky News, el ministro insistió en que el Gobierno “tomó decisiones para actuar rápidamente”. “Por supuesto que habrá lecciones que aprender, por eso nos comprometimos con una investigación, pero el Gobierno tomó decisiones en ese momento basándose en el asesoramiento científico que recibió y los propios científicos estaban trabajando en un escenario nuevo para ellos”, matizó.