Cumbre de Glasgow

Las emisiones globales, lejos de alcanzar el acuerdo de París

Podrían aumentar un 13,7% para 2030 para el año 2030 en lugar de disminuir un 50% si se quiere limitar el calentamiento del planeta

Activistas participan hoy en una manifestación en las calles de Glasgow
Activistas participan hoy en una manifestación en las calles de GlasgowJon SuperAP

La ONU advierte de que las emisiones globales de CO2 van camino de crecer un 13,7% para 2030 respecto a 2010 en lugar de caer un 50 % como deberían si se quiere mantener el objetivo de limitar el calentamiento del planeta a 1,5º C a final de siglo. Ésta fue precisamente la meta que se pusieron los 193 mandatarios de todo el mundo en el histórico Acuerdo de París de 2015. Pero ahora hay que pasar de las palabras a los hechos. De ahí que si no se pacta una hoja de ruta concreta, la cumbre de la ONU que tiene lugar estos días en Glasgow, la COP26, habrá resultado un fracaso.

El nuevo dato de emisiones globales deriva de los nuevos compromisos de 14 países -entre ellos China, el más contaminante- y la actualización de las 166 partes que han revisado al alza sus objetivos. No son noticias demasiado alentadoras. Pero la lectura en positivo que se puede hacer es que la proyección es ligeramente inferior al aumento de emisiones de CO2 del 16 % para el final de esta década estimado antes de que estos países publicaran ayer sus planes.

Por su parte, la organización científica Global Carbon Budget señaló que las emisiones de dióxido de carbono repuntarán en 2021 cerca de los niveles previos a la pandemia de coronavirus, tras experimentar un descenso del 5,4% en 2020.

En su papel de anfitrión, el premier Boris Johnson se mostró esta semana “cautelosamente optimista” al hacer balance de la cita política del lunes y martes en la que 120 mandatarios de todo el mundo se dieron cita en la ciudad escocesa y donde se comprometieron no solo a frenar, sino a revertir la deforestación y la degradación de la tierra para 2030. Asimismo, un centenar de países -entre los que no se encuentra China- también ha firmado el Compromiso Global por el Metano, la iniciativa lanzada conjunta de EEUU y la Unión Europea del pasado mes de septiembre que busca reducir las emisiones de este potente gas de efecto invernadero en un 30% para la próxima década. Pese a ser menos conocido, el metano -culpable de un cuarto del calentamiento que el planeta ha experimentado desde la era preindustrial- es un gas mucho más potente que el CO2. En cualquier caso, ninguno de los dos pactos es legalmente vinculante.

Los equipos negociadores de cada delegación llevan ahora a cabo las conversaciones más técnicas hasta el próximo viernes, cuando se espera se publique un compromiso en firme para lograr salvar el planeta.

La quinta jornada de la COP26 se centró ayer en el papel de las nuevas generaciones y el empoderamiento público, con el objetivo de “elevar la voz de los jóvenes” en la acción climática y “demostrar el papel fundamental de la capacitación pública y la educación”.

Pero el verdadero foco de atención no estuvo en el centro de convecciones de Glasgow, convertido estos días en un bunker entre altas medidas de seguridad, sino en las calles de la ciudad escocesa donde se concentraron miles de jóvenes de todas las partes del mundo en un ambiente festivo y muy familiar en la marcha convocada por Fridays for Future, la organización fundada por Greta Thunberg, que se unió como una manifestante más. “¿Qué queremos? Justicia climática ¿Cuándo? Ahora”, cantaban los jóvenes.

A diferencia de la COP25 de Madrid, en la que participó activamente en varios actos, Thunberg ha preferido en esta ocasión interpretar el papel de “outsider”. “Está siendo la cumbre más exclusiva de la historia, tan solo es un lavado de imagen en la que los políticos no hacen otra cosa que bla bla bla. El verdadero liderazgo no está ahí dentro, está aquí fuera en las calles”, manifestó.

Para este sábado se ha convocado el Día de la Acción con manifestaciones en unas 200 ciudades de todo el mundo, además de en Glasgow, y en las que se espera la participación de decenas de miles de personas. Más de 10.000 agentes de Policía tienen blindada la ciudad escocesa para evitar altercados por parte del grupo Extinction Rebellion, convocantes de las protestas.