Crimen de Llanes
El abogado del asesino de Ardines utiliza el “caso Wanninkhof” para sembrar la duda ante el jurado
Las defensas han terminado hoy la lectura de sus conclusiones definitivas antes de la deliberación del jurado
Ha sido la última oportunidad de poner en duda todas las pruebas que se han ido viendo en la Audiencia Provincial de Oviedo a lo largo de todo el mes de noviembre, donde se ha desarrollado el juicio para dilucidar el crimen del concejal de Llanes Javier Ardines en agosto de 2018. Hoy ha sido el turno para los abogados de las defensas de tres de los cuatro acusados: Jesús Muguruza (el “conseguidor” de los sicarios) y éstos mismos, los argelinos Maamar Kelii y Djilali Banatia.
Ellos han aprovechado para poner en duda algunas cuestiones planteadas en el atestado de la Guardia Civil y que ha hecho propio la Fiscalía. La defensa de Benatia, por ejemplo, ejercida por el abogado Adrián Fernández, se ha preguntado por qué no se incluyeron en la causa ningún posicionamiento de teléfono o cámara de autopista o registro de peaje en el supuesto viaje del 1 de agosto cuando hicieron el primer intento de asesinato colocando una sola valla en el camino donde vivía Ardines. También han hecho hincapié en el hecho de por qué la Guardia Civil no investigó más a Alicia Llanes Traviesa, la mujer cuyo ADN estaba presente en el cadáver del concejal, en la valla y la furgoneta de la víctima.
También eran celos
Pero quien más “duro” golpeó a la UCO de la Guardia Civil, responsable de la operación fue el abogado del inductor del crimen, Pedro Nieva. El letrado Javier Beramendi cuestionó la investigación que dio con los cuatro acusados en el banquillo y recordó que la unidad de élite también tiene “fracasos” como el “error estrepitoso” del caso de Rocío Wanninkhof. Beramendi aprovechó para recordar cómo en aquel caso se determinó que la culpable era Dolores Vázquez también por un asunto de “celos”, como en el caso que nos ocupa, y que los investigadores “olvidaron” el ADN de la colilla que finalmente resultó clave para dar con el culpable, Tony King.
Unos 10 minutos antes de las 14:00 horas, ha concluido esta exposición antes de que los acusados hagan uso del último turno de palabra.
El primero ha sido Djilali Benatia, en supuesto sicario, que ha recordado su inocencia y cómo le presionaron en aquel primer interrogatorio de la Guardia Civil para declarar “lo que ellos querían”. Ha insistito Benatia, dirigiéndose entre lágrimas al jurado, que “jura por sus hijos” que no tiene nada que ver en toda “esta movida” y que si llamaba a Kelii aquel día a las 3 de la mañana podría ser para pedirle 50 euros para irse de fiesta y a Muguruza para algún tema de pesca, que era de lo que le conocía.
También ha hecho uso de la palabra el segundo sicario, Maamar Kelli, que solo ha querido agradecer a España la acogida y ha negado su participación en el crimen.
Entrega del veredicto
Ni Jesús Muguruza ni Pedro Nieva han querido utilizar su derecho a la última palabra por lo que el presidente del tribunal ha citado a las partes para el próximo lunes para hacerles entrega de las preguntas que serán objeto del veredicto y debatir las precisiones que consideren antes de entregarlas al jurado y que se retire a deliberar sobre la culpabilidad de los cuatro acusados. Recordemos que tanto el Ministerio Público como la acusación particular pide para los cuatro acusados 25 años de prisión por asesinato.
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