Personalidad
Las seis características que definen a una persona interesada y egoísta
Algunos suelen manifestar distintas actitudes que ponen en peligro sus relaciones
Existen cientos de personalidades distintas en los seres humanos. La ciencia, incluso, ha tratado de elaborar manuales o métodos para definirlos para poder así saber que persona se ciñe de forma correcta a un puesto de trabajo.
La personalidad es algo muy importante en las relaciones humanas o amistades. Aquellos individuos que se muestren más reacios a convivir en sociedad y con unas actitudes fuera de lo establecido suelen ser considerados como extraños cuyas relaciones personales sufren distanciamiento del resto.
En todo grupo de amigos existen aquellos que son considerados como egoístas. Estas personas interesadas y que suelen aprovecharse de los demás en muchas ocasiones suelen tener problemas de convivencia aunque tampoco resultan excesivos y son aceptados por la mayoría.
Ese tipo de persona que solamente nos llama cuando necesita un favor o se encuentra en problemas cuenta con unas características muy particulares. Los humanos egoístas, además, suelen desaparecer cuando alguien necesita alguna cosa debido a que solamente miran para sí mismos evitando ayudar a los demás de forma altruista.
Así las cosas, este tipo de personalidad cuenta con seis características muy concretas que los expertos han conseguido catalogar. A continuación repasamos cuales son los principales rasgos que definen a las personas interesadas y algunas posibles influencias.
Las seis características de las personas egoístas
- Egocentricas y absorbentes: este tipo de persona suele manifestar estas aptitudes debido a que solamente piensan en ellas mismas. Así, las necesidades de los demás no les interesan si no obtienen un beneficio que, además, suele provocar ser absorbente con la otra persona.
- Utilizan a los demás: otro de las características básicas de los interesados es utilizar a aquellos que tienen a su alrededor. De esta forma buscan a aquellos que son mas manejables para obtener beneficios y poder construir una amistad basada en ellos mismos. Incluso, este tipo de relaciones suelen ser desequilibradas a favor del egoísta.
- Complacientes y manipuladoras: con el paso del tiempo estos individuos suelen ganar la confianza para generar una especie de deuda hacia ellos. Así, a través del chantaje o victimismo serán capaces en momentos determinados de conseguir lo que pretendían en su beneficio.
- Victimismo: otro de los rasgos generales de los interesados es el de utilizar el victimismo para beneficio propio. Dando pena u otra actitud buscan obtener de otra persona algo para sí misma sin importar los demás.
- Siempre esperan tú ayuda: debemos estar dispuestos en todo momento de ayudarles o eso es lo que ellos mantienen siempre. Aunque no lo manifiestan en todo momento pueden llegar a increpar sí sienten que les abandonamos cuando lo necesitan.
- No suelen aparecer cuando se necesita: así como ellos esperan que nosotros estemos disponibles pero las personas egoístas e interesadas suelen desaparecer para ayudar alguien. A raíz del egoísmo expuesto anteriormente no sienten la necesidad de ayudar a otros si no les beneficia directamente.
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