Sociedad
Vino o cerveza, ¿cuál es mejor para perder peso?
Estas dos bebidas batallan por ser la más popular en España
Una cerveza o copa de vino es algo habitual en cualquier mesa española. Las dos bebidas mantienen desde hace años una feroz batalla por tratar de ser la favorita de los consumidores. Aun así, ambas suelen ser consumidas por la mayoría de la población durante todo el año aunque en ciertos momentos una puede tomar ventaja.
En verano, por ejemplo, la cerveza fría consigue ser el centro de atención y el deseo de muchos. Una caña en una terraza se ha convertido en todo un clásico en nuestro país gracias a las elevadas temperaturas. Gran parte del territorio suele marcar máximos en los termómetros consiguiendo que la bebida de cebada sea muy codiciada para españoles y extranjeros.
En la lucha por ser la principal bebida el vino cuenta con una gran ventaja historica. Desde la conquista romana España ha sido territorio vinícola, algo que se retrasó unos siglos en el caso de la cerveza. El brebaje de cebada cuenta con un origen tal y como lo conocemos mucho más cercano que ha conseguido plantar cara al imperio del vino.
En España existen distintos magnates tanto del vino como de la cerveza aunque los primeros cuentan con un mayor prestigio dado su pasado. Así, ambas tienen sus respectivos dominadores en nuestro país aunque el principal problema de muchos en la actualidad es como encajar estas bebidas en la dieta.
Se trata de dos bebidas alcohólicas algo que los especialistas destacan que debemos evitar cuanto más mejor. Aun así, muchos consumen cerveza o vino de forma habitual y aunque podría tener efectos nocivos para el organismo estas cuentan con diferencias entre ellas que pueden ser clave a la hora del peso.
Vino o cerveza
La clave cuando pretendemos perder peso se basa en el déficit calórico. Este concepto hace alusión a ingerir menos calorías de las que gastamos para poder disminuir nuestro porcentaje de grasa corporal y así adelgazar. Para ello existen dos opciones destacables: reducir las calorías que comemos o aumentar nuestro gasto calórico con deporte.
Dentro de ambas estrategias tanto el vino como la cerveza pueden tener cabida si se consumen de forma controlada. Cabe destacar también que muchos nutricionistas o médicos también optan por eliminar del todo estas bebidas alcohólicas aunque se debe ser consciente de la gran importancia de estas en la sociedad, especialmente la española.
Llegados a este punto si pretendemos disminuir nuestro peso debemos tener en cuenta las calorías de ambas bebidas. En el caso de la cerveza suele encontrarse alrededor de 50 calorías cada 100 mililitros mientras que una copa de vino se encuentra en las 70.
Aunque esto pueda parecer que la balanza se decanta para la cerveza es muy difícil que consumamos solamente 100 mililitros de esta bebida. Así, cuando se miran las calorías de una copa de cerveza estas aumenta a 150 aproximadamente mientras que el vino se queda alrededor de 105 calorías.
Además, las bebidas fermentadas contienen un alto contenido de carbohidratos donde en el caso del vino provienen de la fructosa y glucosa que proceden de la uva. Por otra parte, en el caso de la cerveza estos son principalmente del cereal.
Cabe destacar que la cerveza sin alcohol sí es un buen aliado para adelgazar. Estas cuentan con muy pocas calorías y, además, no tienen la sustancia que resulta nociva para el organismo aunque muchos todavía se resisten a consumirla.
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