Sucesos

Homicidio en Oviedo: “Érika era un ángel, la más buenina”

El hombre que ayer mató a puñaladas a una niña de 14 años sigue en la UCI

Traslado al Instituto Anatómico Forense del cuerpo de la menor de 14 años hallada muerta en una vivienda de Oviedo EUROPA PRESS 05/04/2022
Traslado al Instituto Anatómico Forense del cuerpo de la menor de 14 años hallada muerta en una vivienda de Oviedo EUROPA PRESS 05/04/2022EUROPA PRESSEUROPA PRESS

Llevaban 20 años viviendo en Oviedo y eran muy queridos en el barrio de Vallobín. Es la familia Yunga Alvarado y la tragedia se cruzó ayer en su camino. Érika, de solo 14 años, murió a puñaladas tras ser retenida por un vecino nuevo que vivía en el primer piso. El tipo, de 31 años y origen moldavo, está ingresado en el hospital de Oviedo (HUCA) en estado grave tras autoinfligirse varias puñaladas.

Todo ocurrió cuando la chica regresaba a casa del instituto. Su madre estaba trabajando en la residencia de estudiantes María Inmaculada pero su padre y su hermano la estaban esperando para comer. Como cada día, ella llamó al portero automático y en casa le abrieron la puerta. Aunque el edificio, situado en la calle Vázquez de Mella, 69, contaba con ascensor y la familia vivía en el cuarto piso, Érika siempre subía por la escalera.

Pero ayer, un nuevo vecino de origen moldavo y solo 31 años, la estaba esperando en el primero piso. No llevaba ni un mes alquilado, según los vecinos. Por causas que se investigan, el individuo, que podría sufrir también algún tipo de trastorno mental, agredió en ese momento a la niña y la introdujo en su vivienda, donde le asestó varias puñaladas. Se cree que la agresión comenzó ya en el rellano porque estaba lleno de sangre. De hecho, todo ocurrió en apenas unos minutos porque cuando en casa vieron que Érika no llegaba a pesar de haber llamado abajo, su hermano bajó por la escalera a buscarla y se encontró en el primero restos de sangre y su cazadora.

Cuando la Policía llegó y el hombre no abría la puerta entraron a la fuerza desde la ventana de un patio interior. La escena en el interior del piso era dantesca: Érika cosida a puñaladas y su presunto agresor atrincherado en el baño. Cuando los agentes abrieron la puerta de este cuarto vieron que se había apuñalado a sí mismo en tórax, cuello y cara. Los servicios de Emergencias le trasladaron al HUCA, donde permanece en la UCI muy grave aunque, en principio, estaría fuera de peligro.

Quien no corrió la misma suerte fue su víctima. Érika fue trasladada al Anatómico Forense ante el dolor y la incredulidad de su familia y del resto del barrio, que destacaba el buen carácter de la menor. “Ella es un ángel, no doy crédito, ha sido muy terrible. Era de las más bueninas, tan pequeñina”, decía un vecino.

Su caso recuerda al de la pequeña Laila, asesinada casi en las mismas circunstancias por su vecino en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en 2018.

En el caso de Érika, por lo rápido que se han desarrollado los acontecimientos no parece probable que sufriera ninguna agresión sexual y se desconoce el móvil del ataque aunque los investigadores sí sospechan que llevaba tiempo acechándola y no fue un encuentro fortuito en la escalera sino que el hombre sabía que la niña subía por la escalera siempre a la misma hora al volver del colegio.