Pandemia

China censura a su máximo experto por instar al gobierno a alejarse de la política “Cero Covid”

El epidemilogo escribió en una publicación científica que consideraba “imposible” que el país pueda normalizar su desarrollo social y económico si se mantiene en esa estrategia

Personas con equipo de protección caminan por las calles de Shangái
Personas con equipo de protección caminan por las calles de ShangáiALEX PLAVEVSKIAgencia EFE

El epidemiólogo Zhong Nanshan, condecorado 2020 con la “Orden de la República” por el presidente Xi Jinping como asesor por excelencia en la pandemia, ha publicado en un tono cauteloso que China debe alejarse de la política “Cero Covid” a largo plazo. Sus palabras se toparon con la censura china y fueron reprimidas casi al instante. Mientras tanto, el brote de Ómicron en el país asiático amenaza con desembocar en una crisis nacional provocada por la estrategia instaurada por el propio gobierno.

En la revista china de lengua inglesa National Science Revire, el gran veterano de la medicina china y experto virólogo en el H5N1, el SARS y la Covid-19, ha opinado que es imposible que su país persiga una “dinámica de cero Covid” extendida en el tiempo y que debe reabrirse lentamente para normalizar el desarrollo social y económico, y adaptarse a la reapertura mundial. La versión china fue bloqueada en el continente.

“Con el fin de mantener una prevención y un control eficaces de la enfermedad, se ha adoptado la política de reducción dinámica a cero. A largo plazo, esta no se puede mantener. Se han formulado varias recomendaciones sobre el modo en que Pekín podría reabrirse de forma ordenada y eficaz”, escribió Zhong junto con el coautor Guan Weijie, investigador asociado del Laboratorio Estatal Clave de Enfermedades Respiratorias de Guangzhou.

Ambos defienden que la política aplicada hasta la fecha habría sido clave para minimizar los casos y las muertes por SARS-CoV-2 en China continental. “El rápido despliegue de las vacunas, así como la inmunidad de rebaño, han constituido los fundamentos de la apertura total de algunos países desarrollados. Sin embargo, esto no justifica necesariamente una apertura rápida y total en la China continental”, escribieron.

Combinar vacunas y aumentar la tasa de vacunación en grupos de riesgo

Los científicos aseguraron que para que China “vuelva a abrirse de forma ordenada y eficaz”, se debería hacer efectiva la inmunización a nivel nacional, para proteger en especial a los ancianos, y reforzar además con vacunas de diferentes tecnologías, un método que se ha utilizado para mejorar notablemente la protección contra la variante Ómicron”.

“La nueva cepa confiere un riesgo de mortalidad considerablemente mayor que la gripe estacional, y probablemente daría lugar a la inestabilidad social y a la aparición de otras variantes novedosas y mucho más infecciosas”, advirtieron los científicos.

Con casi el 90% de la población china totalmente vacunada, numerosos observadores externos -y algunos internos- se preguntan por qué los responsables políticos locales siguen negándose a abandonar el planteamiento, a pesar de los temores de que la estrategia se está volviendo insostenible.

“Tanto el virus como las personas cambian”, aseguró Chen Xi, experto en salud pública de la Escuela de Salud Pública de Yale. “Es la primera vez que la subvariante de Ómicron, es decir, BA.2, ataca a una ciudad como Shanghái, de 26 millones de habitantes. La velocidad de propagación sin precedentes supera el rastreo de contactos y otras medidas convencionales de salud pública. Además, la gente presenta una notable fatiga después de más de dos años de estrictas medidas sanitarias.”

No obstante, las autoridades chinas han tratado por todos los medios de disipar la creciente confusión y las especulaciones sobre la estrategia aplicada hasta la fecha, al tiempo que han reafirmado su confianza en lo que consideran “como la mejor táctica para contener la epidemia y garantizar un desarrollo económico estable, ya que por ejemplo la batalla contra el brote en Shanghái muestra algunos signos positivos y la ciudad se encuentra en una fase crucial para reducir la transmisión comunitaria a cero”.

Un asesor honesto

Nanshan fue la persona que, en enero de 2020, soltó la bomba en una entrevista en directo en la Televisión Central China (CCTV). Este hombre, de 85 años de edad, dio la voz de alarma y afirmó que el virus podía transmitirse de persona a persona. China estaba de nuevo en primera línea de un peligroso y nuevo coronavirus.

Zhong fue descrito en un comunicado oficial como un eminente especialista destacado en la investigación de enfermedades respiratorias en China y un “médico valiente, franco y responsable” que propuso medidas de prevención y control de la epidemia, que salvaron numerosas vidas y contribuyeron en gran medida a la lucha contra el SARS y la COVID-19.

Es el líder del grupo de investigación científica COVID-19 de la Comisión Nacional de Salud, y un héroe en China por su trabajo durante la epidemia de SARS de 2002-2004. Los medios de comunicación estadounidenses lo califican como el Dr. Anthony Fauci chino, el rostro de la lucha nacional contra la enfermedad, una fuente fiable de conocimientos médicos en un gobierno que se muestra opaco con la verdad. Tiene fama de honesto, después de haber contradicho públicamente al gobierno durante la crisis del SARS en nombre de la salud pública.

El académico ha insistido hasta la saciedad en la transparencia del gobierno. En un documento del que fue coautor en 2006, advirtió que, durante una epidemia, “el público necesita saber la verdad; ocultar lo que ocurre puede conducir al pánico más que a la estabilidad social”. Al igual que Valery Legasov en la catástrofe nuclear de Chernóbil, Zhong Nanshan representa lo que toda crisis necesita: una figura que luche por la verdad y en la que el pueblo deposite su confianza.