Incendios

El fuego de Las Hurdes calcina siete áreas naturales protegidas

El incendio ya ha quemado casi 3.000 hectáreas y, a pesar del refuerzo de la UME, sigue sin estar controlado

Agentes de la Guardia Civil vigilan los accesos por carretera cortados por el incendio en la comarca de Las Hurdes descansan, a 14 de julio de 2022, en Cáceres, Extremadura, (España). La situación del incendio en la comarca cacereña de es "incierta" hoy y se está trabajando para estabilizar un fuego que se inició el pasado 11 de julio y que ha arrasado ya unas 3.000 hectáreas en la parte extremeña. Las altas temperaturas de hoy dificultan la extinción del incendio. 14 JULIO 2022;FUEGO;INCENDIO;CARRETERA;HUMO;COCHE;TURISMO;;PIXELADA Gustavo Valiente / Europa Press 14/07/2022
Agentes de la Guardia Civil vigilan los accesos por carretera cortados por el incendio en la comarca de Las Hurdes descansan, a 14 de julio de 2022, en Cáceres, Extremadura, (España). La situación del incendio en la comarca cacereña de es "incierta" hoy y se está trabajando para estabilizar un fuego que se inició el pasado 11 de julio y que ha arrasado ya unas 3.000 hectáreas en la parte extremeña. Las altas temperaturas de hoy dificultan la extinción del incendio. 14 JULIO 2022;FUEGO;INCENDIO;CARRETERA;HUMO;COCHE;TURISMO;;PIXELADA Gustavo Valiente / Europa Press 14/07/2022Gustavo ValienteEuropa Press

El incendio de Las Hurdes no preocupa solo por la superficie quemada ni porque todavía esté lejos de ser controlado: el espacio calcinado era de gran valor ecológico. Según la organización ecologista SEO-BirdLife el fuego está destruyendo algunos de los mayores bosques de coníferas de Cáceres y Salamanca «arrasando siete espacios de la Red Natura 2000, afectando a más de 20 especies de interés y seis hábitats escasos y valiosos que aún se conservan en estas zonas protegidas», según recoge Europa Press.

Este conjunto de incendios está asolando más de 5.000 hectáreas de zonas forestales y matorral de alta montaña afectando, de acuerdo con el análisis preliminar de la organización, a siete espacios que albergan media docena de hábitats de alto valor ecológico protegidos por la normativa de la UE.

La organización ecologista motró su preocupación por el «impacto sobre especies que aún tienen a sus pollos en los nidos incapaces de volar, como el caso del buitre negro, con más de 30 nidos en la zona de los incendios». En idéntica situación, según Seo Birdlife, se encuentran las poblaciones de alimoche común y de cigüeña negra, otras especies que suelen tener todavía a sus pollos en los nidos, «por lo que podrían haber muerto allí por causa del incendio o por el abandono de los adultos». La organización advierte de que el cambio climático está ampliando el periodo en el que, por altas temperaturas, sequías, tormentas y vientos, el riesgo de incendios se convierte en crítico. «Ya no se puede acotar la temporada de incendios exclusivamente a los meses de verano, y es preciso que las comunidades autónomas, los servicios de apoyo del Gobierno y los ayuntamientos, adapten sus sistemas de respuesta contra el fuego a la nueva realidad climática, que ya está aquí», insisten.

Mientras, la situación del incendio en la comarca cacereña era ayer «incierta» y los profesionales todavía trabajaban para estabilizar un fuego que se inició este pasado lunes y que ha arrasado ya unas 3.000 hectáreas en la parte extremeña.

Las temperaturas de más de 40 grados en esta zona dificulta las tareas de extinción, según expuso ayer la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, Begoña García Bernal, y el director de extinción del incendio durante esta noche, Miguel Ángel Morillo. Sobre la noche del miércoles, Morillo indicó que fue relativamente tranquila dentro de la gravedad del incendio y que se han tenido problemas en cuatro zonas del perímetro.

En concreto, en la carretera de Serradilla del Llano que va a Salamanca, hubo reproducciones. Allí, según apuntó, está desplegada la UME, que fue trabajando sobre esos focos activos.

Precisamente en Salamanca, donde siguen trabajando contra el fuego, un bombero de la Diputación de tuvo que ser atendido en el centro de salud de La Alberca tras sufrir un corte en una caída que tuvo cuando trabajaba en las labores de extinción del incendio forestal que afecta a la zona de Monsagro desde el pasado lunes.

El operativo para controlar este incendio, que afecta a la zona de Monsagro tuvo su origen en Ladrillar (Cáceres) en la tarde del lunes igual que el que afecta a Candelario (Salamanca), que ya se encontraban «sin llama» a mediodía de ayer. El fuego de Monsagro, por su parte, sigue en situación de «activo» y en nivel 2 de peligrosidad, con un amplio operativo desplegado en la zona formado por un puesto de mando avanzado, nueve técnicos, 23 agentes medioambientales y trece helicópteros, entre otros medios, además de una unidad de intervención de la UME.

Aunque siguen siendo los incendios que más preocupan no son los únicos, ya que hay varios activos en Galicia y uno bastante importante en Jerez de la Frontera (Cádiz). El Consorcio Provincial de Bomberos de la zona señaló que la zona afectada, poco después de las 15 horas de ayer, es aproximadamente de unas 800 hectáreas.

Asimismo, indicó que se está determinando los daños causados, ya que han quedado destruidas edificaciones en fincas, todo un vivero o estructuras de alojo de animales. Las altas temperaturas están complicando todo.