Sociedad
Tábano: cómo evitar y tratar las picaduras de este sigiloso insecto
Algunas especies pueden llegar a ocasionar problemas a animales y personas
La llegada del buen tiempo suele venir acompañada del estallido de la naturaleza. Muchas plantas, por ejemplo, suelen florecer durante esta época para favorecer su reproducción. Los animales, además, con el calor también empiezan a realizar mayores funciones reproductivas para perpetuar su especie.
Por este motivo, cuando el calor empieza es normal poder visualizar un mayor número de animales. Aunque especialmente este fenómeno se da en el campo las ciudades también cuentan con todo todo tipo de ejemplos. Los insectos, por ejemplo, son el caso más relevante cuando llega el calor causando, incluso, temores en una parte de la población.
Las abejas o los mosquitos son los dos mayores representantes de estos insectos. Sus picaduras son, incluso, peligrosas para aquellos alérgicos aunque para la gran mayoría de la población simplemente suponen molestias.
El tábano
Pero no solamente existen estos dos animales. El tábano es otro de los insectos más comunes en verano pese a que en muchas ocasiones su gran parecido con la mosca le haga pasar desapercibido. Incluso, su tamaño y aspecto son destacables aunque en el caso del tábano su picadura puede ser muy molesta.
El tábano es un animal muy sigiloso y solamente lo podemos diferenciar de las molestas moscas por el color de sus ojos que tienen más color. Además, cuentan con dos pequeñas cuchillas en la boca para cortar la piel de los animales y succionarla con una trompa que introducen en la víctima
El principal problema como hemos comentado anteriormente es que no hacen prácticamente ruido. Así, son capaces de acercarse a sus víctimas sigilosamente y picar de forma dolorosa. Los expertos detallan, incluso, que el dolor que produce este animal es superior al de una avispa debido a su mordida incesante.
Cómo evitar las picaduras
Pese a que suelen picar a los humanos este insecto prefiere a otros animales como caballos o vacas. Por ello, debemos evitar las zonas húmedas o de aguas estancadas que se encuentren cerca de este tipo de animales. Es posible que dada la presencia de alguna de estas especies el tábano prefiera reproducirse en esa zona.
Además, cabe destacar que al no tener gran agudeza visual suelen preferir los tonos oscuros y la nocturnidad. Por ello, es preferible no vestir esos colores de noche si tenemos la sospecha de que existan tábanos en la zona.
Así podemos tratar los efectos
Pese a que solamente pican las hembras es muy posible sufrir un ataque de este insecto. Lo más importante a realizar cuando esto ocurre es lavar la zona con agua y jabón con un trapo. Así, junto a algún producto con amoniaco especializado podemos desinfectar la picadura evitando dolores mayores. Aun así, si el dolor persiste o sufrimos alguna alergia lo más aconsejable es acudir a un especialista para tratar la zona afectada.
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