Guía para deshacerse del mal olor del cesto de la ropa sucia

Desafortunadamente, el hedor de nuestras camisas sudadas no se evapora mágicamente una vez que las tiramos en el cesto de la ropa sucia. Estos prácticos contenedores pueden ser un caldo de cultivo para bacterias, malos olores y moho, si no tenemos cuidado. Por tanto, si le preocupa el hedor de su cesto de la ropa y la salud de los miembros de su hogar, estas son las mejores maneras de mantenerlo con un olor fresco durante todo el año.

Cómo mantener la cesta de la ropa con un olor fresco

Los cestos de ropa, especialmente los que tienen tapa, pueden comenzar a oler mal incluso cuando estánvacíos. Si el cesto está hecho de un material como plástico o malla de poliéster, que se puede limpiar con agua de manera segura, use una mezcla de agua caliente y bicarbonato de sodio (media taza por cada 2 litros) para limpiar el cesto con un cepillo suave y luego déjelo en el exterior o en la bañera para que se airee y se seque.

Para los cestos de tela, arroje la bolsa en la lavadora y lávela con agua tibia o caliente y con un detergente fuerte. Déjela secar al aire. Si por el contrario, tiene un cesto de madera o mimbre o que no debe mojarse demasiado, use el cepillo para el polvo y la aspiradora para limpiar el cesto por dentro y por fuera. El polvo puede atraer bacterias que dejan olores. Luego mezcle una solución de bicarbonato de sodio y agua caliente y sumerja un paño blanco en la solución. Limpie el interior del cesto tratando de llegar a cada esquina. Luego, llévelo al exterior, el baño o cerca de una ventana para que se airee. Cuando lo vuelva a llevar a su lugar de origen, coloque un recipiente abierto de bicarbonato de sodio en el cesto vacío y cierre la tapa, déjelo así durante toda la noche.

Cómo desinfectar un cesto de ropa sucia

Ya sea un cesto “lavable” o no, si huele o tiene moho, entonces debemos usar un desinfectante para matar las esporas de moho. Para un cesto que podamos lavar con agua, simplemente agregue el desinfectante al agua que vaya a utilizar para limpiarlo (asegúrese de usar guantes para evitar la irritación de las manos). Si se trata de un cesto de tela, agregue el desinfectante a la lavadora durante el ciclo de lavado.

Si tiene un cesto que es imposible de lavar, use un aerosol desinfectante que pueda llegar a las esquinas donde el moho puede esconderse y crecer. Es muy importante matar por completo las esporas de moho porque en caso contrario seguirá creciendo y puede manchar y destruir la ropa.

Haga lo mismo con los cestos de madera y mimbre, pero tenga en cuenta que se puede decolorar y dañar el material del cesto, especialmente si se usa cloro. Procure no saturar la madera o las fibras y colocar el cesto al sol para que se seque lo más rápido posible.

Otra situación que exige que realicemos esta desinfección es cuando alguien en su hogar tiene una infección bacteriana o fúngica o un virus como la gripe, la neumonía o incluso el pie de atleta. La posibilidad de infección es baja pero está ahí, por lo que debemos ser cautelosos y proceder a su limpieza.