Salud

Melatonina en niños: los pediatras alertan del abuso de estos preparados y exigen una regulación

Aseguran que tiene efectos a múltiples niveles y se desconoce actualmente cuál puede ser el efecto a largo plazo

La noche de Reyes, la más difícil para conciliar el sueño
La noche de Reyes, la más difícil para conciliar el sueñoLa Razón

El grupo de trabajo de Pediatría de la Sociedad Española de Sueño (SES) junto a cuatro de las principales sociedades científicas pediátricas -La Asociación Española de Pediatría (AEP), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP)- han manifestado su “profunda preocupación” por el uso y abuso de los preparados de melatonina en la población infantil.

Los expertos en pediatría denuncian que “la libre comercialización de los preparados de melatonina como complemento dietético ha facilitado su adquisición y uso por la población general sin necesidad de indicación ni control médico, aunque el uso de melatoninas comercializadas como complemento dietético puede ser menos segura y menos eficaz”.

Aunque la melatonina presenta un amplio perfil de seguridad, “ésta tiene efectos a múltiples niveles y se desconoce actualmente cuál puede ser el efecto a largo plazo, por lo que su uso debería estar limitado a 4 semanas en niños, y siempre bajo control médico”, advierte el doctor doctor Fernando Martín del Valle, miembro del grupo de trabajo de Pediatría de la SES y neuropediatra del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid).

Las sociedades médicas pediátricas también lamentan la falta de financiación de los preparados de melatonina cuando están comercializados como fármacos para niños con problemas neurológicos. Se estima que hasta un 80% de estos pacientes pueden presentar trastornos del sueño, por lo que el tratamiento de los problemas vinculados con el descanso es una parte “fundamental” del abordaje de los trastornos del neurodesarrollo, lo que incluye medidas de higiene del sueño, psicoeducación, tratamiento conductual y farmacológico, siendo la melatonina la primera elección. “El problema es que la falta de financiación de los preparados farmacológicos de melatonina para estos pacientes hace que el tratamiento pueda ser inasumible para algunas familias”, sostiene Martín del Valle.

En base a estas reivindicaciones, las sociedades científicas han dirigido un escrito a la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, y al director general de la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, César Hernández García, solicitando la aplicación de tres medidas que consideran esenciales. Por un lado, piden la limitación de la libre dispensación de melatonina en formato adaptado a la población infantil. Por otro, la financiación de las melatoninas de liberación prolongada que se comercializan como fármacos cuando éstas se prescriban a niños con trastornos del neurodesarrollo. Y, por último, un aumento de los controles de calidad y composición de los productos con melatonina para la población infantil que garanticen tanto su composición como su biodisponiblidad.