Estupefacientes

Cocaína más pura y de alguien de cercano: así se consume en España

Aumenta la presencia de las drogas sintéticas y su adulteración parece haber disminuido, según un estudio

Imagen de archivo de cocaína intervenida en IbizaPOLICÍA NACIONAL09/01/2023
Imagen de archivo de cocaína intervenida en IbizaPOLICÍA NACIONAL09/01/2023POLICÍA NACIONALPOLICÍA NACIONAL

La droga estimulante que se consume en España parece haber subido de calidad. Estupefacientes mucho menos adulterados y sustancias de «corte» menos tóxicas, siendo la cafeína la más utilizada para «corromper» drogas como el MDMA, las anfetaminas y la cocaína. Son algunas de las principales conclusiones que se pueden extraer del primer informe realizado en España sobre la pureza de la droga consumida entre 2014 y 2021. El estudio ha sido elaborado por el programa Energy Control, de la Fundación Acción, Bienestar y Desarrollo –financiada por el Ministerio de Sanidad– a partir del estudio de 11.907 muestras recibidas en sus servicios de análisis. Concretamente, se analizaron 5.592 de cocaína, 3.908 de MDMA y 2.407 de anfetamina o «speed».

Aunque cada droga presenta sus particularidades, las tres sustancias consumidas en España tienen en común que han aumentado su grado de pureza en los últimos años; es decir, están mucho menos adulteradas las muestras más actuales que las que se comenzaron a analizar casi 9 años. Con este estudio, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas, se ha puesto la lupa por primera vez en la pureza de las tres sustancias psicoactivas ilegales, tras el cannabis, más consumidas por la población.

Con respecto a la cocaína, la pureza de las muestras analizadas se sitúa en torno al 70% y, aunque a lo largo del estudio se observaron hasta 34 adulterantes diferentes durante los análisis, el levamisol (25,9%), la cafeína (19,6%), la fenacetina (15,4%) y la lidocaína (6%) son las sustancias más utilizadas para adulterarla. La pureza de la cocaína experimentó un aumento desde el 48,2% de 2014 hasta el 65,1% de 2018. Sin embargo, a partir de 2019, el porcentaje de cocaína presente en las muestras descendió ligeramente hasta 2021. No obstante, la pureza en las muestras no adulteradas se mantuvo por encima del 70% a lo largo del todo el periodo.

En cuanto al tipo de personas proveedoras, la principal es alguien de confianza, aunque el porcentaje de muestras que habían sido conseguidas a una proveedora desconocida ha ido aumentando a lo largo de los años, alcanzando su máximo en 2020 (22,9% de las muestras de cocaína). La pandemia, a pesar de que existía una preocupación por parte de los expertos sobre la mala calidad de las sustancias consumidas y el consiguiente peligro de salud pública que podía conllevar, no alteró apenas la composición de las sustancias estupefacientes y simplemente lo hizo en lo relativo a los «servicios»; esto es el método de adquirir la droga o el cambio de persona a la que comprarle dado las particulares circunstancias que se dieron en 2020.

Pureza de la droga en España
Pureza de la droga en EspañaMiguel Roselló

Con respecto a la anfetamina, conocida como «speed», el grado de adulteración se sitúa en un 38,9 de media y el 66,5% lo adquirió, igual que la cocaína, quedando con la persona de confianza. Entre 2017 y 2021, los expertos recibieron en los servicios de análisis de sustancias un total de 2.407 muestras que habían sido adquiridas como «speed».

En el mismo periodo, recibieron 3.908 muestras de MDMA, la otra sustancia a examen ya que su consumo ha crecido notablemente en los últimos años. Esta sustancia se analizaron, no obstante, en sus dos formatos más habituales de consumo: en polvo (el llamado «cristal») y en pastillas, siempre con más adulteración en esta última versión.

Para Energy Control, el análisis comparado de los índices de adulteración y de discrepancia entre los tres mercados analizados muestra que el mercado de la MDMA ha sido el menos afectado por la adulteración. Por el contrario, el de la anfetamina es que el que más adulteración presentó, seguido de cerca por el de la cocaína. En general, se observó que los índices de discrepancia habían seguido una tendencia descendente que cambió en 2019 en el caso de la cocaína y en 2021 en el caso de la MDMA y anfetamina.