Incendios

El 72% de la superficie forestal pertenece a propietarios privados

Muchos desvinculados al campo

Incendios activos hoy
Incendios activos T. GallardoLa Razón

La vicedecana del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Arantza Pérez Oleaga, destacó este domingo que más del 56% del territorio español es superficie forestal y que el 72% de ella pertenece a propietarios privados, muchos de ellos desvinculados del campo.

"El mundo rural antes estaba vivo: la gente aprovechaba la leña, la madera o tenía ganado pastando que ayudaba a mantener la vegetación. Hoy se ha perdido esa relación y los montes quedan abandonados, lo que multiplica el riesgo de incendios de gran magnitud", dijo la ingeniera en una entrevista a Servimedia en la que advirtió de que España atraviesa "una de las peores situaciones de la serie histórica" en materia de incendios forestales.

Por ello, reclamó "una apuesta decidida, con presupuestos acordes y a largo plazo, por la gestión activa de los montes" para prevenir catástrofes como las registradas en los últimos días. Pérez Oleaga subrayó que los fuegos actuales son consecuencia de "la coincidencia de factores meteorológicos extremos" con la "falta de gestión del territorio" y el "abandono rural".

"Este año hemos tenido una primavera muy lluviosa que ha generado un crecimiento extraordinario de vegetación, pero al no tener aprovechamientos en el medio rural ni cadenas de valor activas, esa biomasa se queda acumulada como combustible, y cuando llega el fuego, la energía que desprende supera cualquier capacidad humana de extinción", explicó.

En su opinión, es imprescindible abordar la prevención con una visión a largo plazo: "El futuro de los montes no se mide en cuatro años ni en un ciclo político, sino en plazos de 10, 20 o 50 años. Si queremos resultados diferentes, hay que cambiar la estructura actual y apostar por una gestión forestal sostenible, con planificación territorial y presupuestos acordes a la magnitud del reto".

Pérez Oleaga defendió la necesidad de "crear paisajes en mosaico", donde convivan zonas forestales gestionadas, agricultura activa y un sector primario vivo. "El ser humano no es un urbanita, es un animal más dentro del medio natural, y debe comprender que cuando ve una máquina cortando madera en el monte, eso es positivo si se hace con criterios de sostenibilidad, porque previene incendios, dinamiza la bioeconomía y fortalece las cadenas de valor locales", explicó.

La vicedecana advirtió, además, de que los incendios de alta intensidad tienen consecuencias que van mucho más allá de las pérdidas materiales: "Son un desastre ecológico para la flora y la fauna, pero uno de los mayores peligros es la pérdida de suelo. Si se degrada, la recuperación puede tardar décadas o incluso volverse imposible. Invertir en prevención no sólo salva vidas y ecosistemas, sino que ahorra enormes costes de extinción y restauración".

Respecto al cambio climático, Pérez Oleaga señaló a Servimedia que "nos deja olas de calor cada vez más intensas, sequías prolongadas y precipitaciones concentradas, lo que multiplica la vulnerabilidad de nuestros bosques".

Por todo ello, reclamó un "pacto de Estado en materia forestal", que garantice la coordinación entre comunidades autónomas y Estado, y que se apoye en la ciencia y la técnica. "No tiene sentido que las 17 comunidades autónomas vayan cada una por su lado. La gestión de los montes debe ser una apuesta común, que supere los colores políticos. Es la única forma de lograr bosques más resilientes y adaptados", insistió.

Pérez Oleaga concluyó con un mensaje de advertencia: "Cada año que pasa sin actuar, la situación se complica más. Si no equilibramos la balanza entre extinción y prevención, seguiremos repitiendo esta misma historia verano tras verano, pero con incendios cada vez más intensos y devastadores".