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Adicción al móvil

Arthur Brooks, académico de Harvard: "Si quieres que tus hijos dejen el móvil debes hacerlo tú y mantener una conversación"

La mejor forma de dar ejemplo a los más pequeños es ser la persona que quieres que ellos sean en el futuro. Los hábitos se implantan cuando estos se normalizan y el uso del móvil es un claro ejemplo

Arthur Brooks, académico de Harvard: "Si quieres que tus hijos dejen el móvil debes hacerlo tú y mantener una conversación" La Razón

La crianza se encuentra estrictamente ligada a la educación que es importante diferenciarla de la docencia, pues, aún con sus múltiples similitudes, la realidad es que la primera engloba a la segunda. Mientras que la enseñanza docente se aplica en centros especializados la educación también nace del núcleo familiar, por medio de los gestos más cotidianos del día a día. El proceso de crecimiento está arraigado de manera intrínseca a la memoria y los más jóvenes replican los gestos que ven en su rutina. Por eso, los progenitores cuentan con una responsabilidad total durante los primeros años de vida del pequeño.

En el ámbito académico, cada vez son más los profesionales que estudian el desarrollo psicológico del comportamiento a medida que este se forma. No obstante, esta realidad siempre se ha presentado delante de nuestros ojos y es así como los hijos se fijan en el espejo que proyectan sus padres. Hay que hacer un alto en el camino, debido a que, la mesura es fundamental del mismo modo que los límites que se establecen. Es necesario hacer un balance entre los principios que se quieren promover y la libertad individual del descendiente.

La imposición de barreras puede generar en la educación el efecto adverso al buscado en un primer momento. En este sentido, Arthur Brooks, profesor de Harvard, se adentra en los entresijos de la pedagogía y la educación adolescente en medio de la era digital dominada por los aparatos electrónicos. De esta suerte, en su comparecencia en el podcast de Kevin Rose, explicó las claves que, desde su punto de vista, cimentan un aprendizaje funcional y sincero mediante la idea de ser un ejemplo en el que los hijos puedan fijarse.

La clave para ser un ejemplo para tus hijos

El papel de los padres ha evolucionado durante los últimos cincuenta años. Hoy en día algunos factores externos como la tecnología y otros internos como las relaciones intrafamiliares pueden llegar a marcar la diferencia. Sin embargo, la conducta de los jóvenes no están diferente a la de hace medio siglo, ya que, son las conductas usuales que ven en casa las que replican al final del día. Y algunos peligros que acechan, como la adicción al móvil, pueden llegar a nacer de los padres. “No les importa lo que digas. No te van a escuchar. Tienes que modelar exactamente lo que quieres ver”, indica Brooks.

Por tanto, para evitar a toda costa normalizar el uso del teléfono durante más de ocho horas diarias, primero hemos de asegurarnos de que damos el ejemplo nosotros. "Si tu no quieres que tus hijos estén con el móvil durante la cena, tienes que dejarlo tú, ponerlo hacia abajo y mantener una conversación con ellos", indica el experto. por el contrario puntualiza que este proceso no será inmediato pero una vez se implante de forma normal esté irá haciendo efecto con el paso de los días tal y como está demostrado.

El núcleo familiar: el espejo de las actitudes

Pero esto no solo incumbe al aspecto tecnológico, sino que influye a todos los ámbitos de la vida. “Si quieres que tus hijos practiquen la fe, tú debes practicarla. Si no quieres que beban, no deberías beber. Si no quieres que insulten al volante, no deberías hacerlo tú”, según las palabras de Brooks. Cualquier gesto, por pequeño parezca, puede llegar a afectar al subconsciente de los más pequeños. "Deberías vivir pensando como si fueras el hombre (o la mujer) que quieres que tus hijos sean en el futuro", concluye.