Técnicas milenarias
Así es el método japonés Osoji, que inspiró a Marie Kondo, y que propone realizar una gran limpieza durante un día entero
Los japoneses despiden el año realizando el método Osoji en sus casas, en el cual deben trazar un exhaustivo plan de limpieza sin ningún tipo de distracción
Antes de que acabe el año, los japoneses reservan un día para realizar en sus hogares el método Osoji. Un método que propone una gran limpieza en todos los aspectos de la vida. No solo en la limpieza de muebles o en el orden de la ropa, sino también en deudas o en mal entendidos con amigos o seres queridos.
Durante el día que se esté realizando el método Osoji, los japoneses no se permiten tener ni una distracción. Para ello, guardan los móviles y otros aparatos electrónicos que les puedan distraer y se aseguran de tener todo lo necesario antes de empezar: productos de limpieza, bolsas de basura, cajas de cartón...
Marie Kondo se inspiró en el método Osoji
Para los japoneses, realizar el método Osoji les permite comenzar el año con buen pie tras haber realizado una gran limpieza en numerosos aspectos de su vida. Este método milenario que inspiró a la gran y conocida Marie Kondo, comienza con tirar aquello que no se necesita, tanto en el terreno material como en el espiritual.
Pero antes de ponerse manos a la obra, siempre se traza un plan de limpieza que tienen que llevar a cabo para ser lo más productivos posibles. Este método establece que se debe comenzar ventilando las habitaciones para después limpiar de arriba (desde el techo) hacia abajo (hasta el suelo). Además, Osoji también recomienda acabar una habitación antes de empezar por otra. Y en este sentido, los japoneses suelen empezar por la cocina y los baños que son las estancias de la casa en las que emplean más tiempo.
Después de haber trazado el plan de limpieza y haber elegido por qué habitación comienza la limpieza, hay que deshacerse de todo lo innecesario, tienen que apartar documentos, objetos y muebles para poder realizar una gran limpieza en profundidad. Osoji se caracteriza precisamente por prestar atención a aquellos rincones que durante el resto del año se pasan por alto como por ejemplo, techos, ventanas o persianas.
Después de realizar esta ardua tarea que puede llevar varias horas, toca el turno del almacenamiento y ordenado. En este caso, ordenan de nuevo toda la ropa guardada en los armarios y todos los documentos y e instrumentos de papelería que puede haber en cajones. Además, los nipones también aprovechan este momento para ordenar facturas y diversos papeles que hayan ido acumulando durante todo el año. Y, de nuevo, lo que no sirva, se debe tirar. Todos estos pasos los deben hacer habitación por habitación y hasta que no terminen con una estancia, no pueden empezar por la otra.
Los japoneses también hacen una especial limpieza en sus bolsos y mochilas. Los limpian por dentro, guardan donde corresponda las cosas olvidadas en cada bolso como pañuelos, colonias o pintalabios y tiran todos aquellos papeles usados y tickets que no les sirven para nada. También se centran en la limpieza de las mantas, edredones y almohadas, elementos que se utilizan todos los días y que pueden llegar a ocultar mucha suciedad. Sin embargo, no se les suele dedicar tiempo a su limpieza.
Y aunque estos son los pasos para realizar el método Osoji durante todo un día, los nipones también lo emplean en su rutina diaria con pequeños cambios como por ejemplo hacer bien la cama o dejar la cocina despejada, simples detalles que aportan calma. El método Osoji también se puede emplear con los más pequeños de la casa, enseñándoles desde temprana edad a recoger sus juguetes y a tirar los que ya estén viejos o a donar con los que ya no jueguen.
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