
Seguridad
Así se preparan y actúan los okupas de viviendas: “Controlan las calles, son profesionales”
Un okupa desveló que hay personas especializadas en abrir los domicilios para que sean okupados por terceras personas

Los okupas siguen teniendo vía libre en España. Algunos entran o se mantienen en los inmuebles por necesidad, pero otros se quedan ahí sin pagar un euro por puro capricho. El mejor ejemplo de esto es el caso de una famosa y millonaria estadounidense, que ha okupado una vivienda en Alicante cuando “lleva una vida de lujo" . "De repente, su pareja nos notifica que se volvía a Estados Unidos, que no aguanta los tratos de ella. A partir de ahí ella deja de pagar", comentaba la propietaria, que desveló los impagos totales: "Debe 17.000 euros".
En gran parte, los casos se dan porque la ley no ofrece una respuesta contundente pese a la entrada en vigor a principios de abril una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permite que los delitos de allanamiento de morada y usurpación de vivienda se tramiten bajo el procedimiento de juicios rápidos. Otras iniciativas antiokupas, como las del de PP y Junts, con fuerza suficiente para ser aprobadas, pero los partidos del Gobierno están impidiendo la tramitación. Llevan un total de 411 días bloqueadas en el Congreso por PSOE y Sumar.
Tanto PP como Junts están buscando mecanismos legislativos para poder expulsar a los okupas en un plazo de entre 24 y 48 horas y ambas formaciones se han mostrado bastante conciliadoras cuando se han debatido sus respectivos proyectos. Ante esta inacción, los okupas, que están muy bien preparados, campan a sus anchas. Un okupa de manera anónima desveló al diario 'Ideal' cómo se preparan y su forma de actuar.
Así se prepara una okupación
Este okupa entró en una casa de Granada al estar en la calle y desvela que hay gente que tiene como trabajo abrir los domicilios para que sean okupados. La preparación empieza semana e incluso meses antes. Los okupas controlan el movimiento que hay en el interior, las horas o los días en los que no hay actividad para decidir cuándo actuar y hasta generan un dispositivo de seguridad para evitar ser descubiertos. El okupa lo define de la siguiente manera: "Controlan las calles del barrio para no levantar sospechas en su trabajo. Son profesionales".
Esa profesionalidad se lleva al límite, habiendo incluso especialistas en abrir los domicilios para que los okupen terceras personas, según el individuo entrevistado. Estos especialistas piden un precio, normalmente desde 500 euros para abrir los pisos. El precio aumenta según el tamaño de la vivienda: "Las casas cuestan más. Se exige un mínimo 5.000 euros, pero ya un chalet del Zaidín o en algún otro pueblo pueden costar incluso los 10.000. Ahí suele haber alarmas y nos la jugamos", explica el okupa al mencionado medio.
La clave está en la cerradura
La okupación es rápida: "Apenas dura unos minutos y requiere de una llave inglesa, un destornillador estrella y plano y un extractor, una fina lámina con la que ceder el pestillo", y tras ella empieza lo más importante para afianzarla, el cambio de cerradura. Este okupa revela el proceso: "Tras la apertura, se empieza a trabajar. Hay que cambiar la cerradura y evitar que se pueda entrar de nuevo". Cuando el encargado de abrir la casa y el okupa son diferentes, un tercero es el intermediario para garantizar la intimidad: "Es la única forma de que no los descubran".
El okupa puede adquirir más servicios
El trabajo de estos profesionales no se queda en abrir el inmueble y facilitar la entrada. En algunos casos, también pueden conseguir suministros adicionales si el propietario legítimo los corta. Según el entrevistado, también se puede conseguir luz o agua: "Enganchar la luz es un extra que se consigue por 150 euros. El agua es más barato, suele costar entre 50 y 70". Una preparación y una cantidad de servicio que muestra la dimensión del problema de la okupación.
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