Opinión

Barrido de opiniones

No hubo un verdadero rival

Antonio Pelayo, desde Roma: "Para el Papa Francisco, la prioridad eran los pobres"
Antonio Pelayo, desde RomaAntena 3

Estos días muchas personas me han parado en la calle para preguntarme qué opinión me merece el Papa recién elegido. A todos les he respondido que para quien crea en el asistencia del Espíritu Santo a la Iglesia la respuesta no puede no ser muy positiva lo que, por otra parte, no excluye que cada uno pueda sentirse más o menos identificado con el que los cardenales han elegido votando en conciencia y ante el Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina.

Pero sobre León XIV se han formulado ya juicios y valoraciones muy diversas según las tendencias que existen en nuestro mundo global y sometido a las presiones de muy influyentes grupos de poder. En general, así me lo parece, han sido positivas con diversos grados. Las negativas han procedido sobre todo del país natal del cardenal Prevost, los Estados Unidos , y entre ellas no podemos dejar de destacar la formulada por uno de los asesores del presidente Trump, Steve Bannon, que se atrevió a calificar como la «peor de las hipótesis» que el cónclave se inclinase a favor de su compatriota nacido en Chicago. Excepción muy lamentable.

Si nos atenemos a los datos del reciente cónclave sorprende su extremada rapidez: 24 horas para llegar a los 89 votos necesarios. Es más, según informaciones concordantes de algunos votantes, se superó el centenar de papeletas favorables. No hubo un verdadero rival.

Ya hemos escuchado tres discursos de León XIV y me cuesta creer que alguien no pueda sentirse identificado con sus palabras. Se ha presentado como un hombre humilde. Se ha definido como «un humilde siervo de Dios y de los hermanos y nada más que esto». Dios le ayude a servir a la Iglesia y a un mundo que atraviesa momentos dramáticos.