
Opinión
Carta abierta al profesor José Antonio Lorente a propósito del documental sobre el verdadero origen de Colón
Los datos expuestos permiten construir un relato perfectamente congruente y que indicaría su estirpe de judíos levantinos, según sus estudios, pero emigrados a Galicia y/o Portugal posiblemente a finales del siglo XIV por la brutal persecución de los judíos en la Corona de Aragón

Estimado Prof. José Antonio Lorente:
Quiero felicitarle sinceramente por el análisis genético que presentó en el documental de TVE sobre el ADN de Colón y su verdadero origen. Gracias por compartirlo.
Tras verlo, me animé a continuar investigando por mi cuenta, y he desarrollado una línea de estudio histórico que, creo, puede aportar nuevos datos que ayuden a arrojar algo más de luz sobre la cuestión. He partido de la idea de aceptar como cierta su conclusión fundamental, que no es otra distinta de que Colón era de origen judío levantino.
Persecución de los judíos en la Corona de Aragón
En los siglos XII-XIV los judíos eran tolerados en la Corona de Aragón bajo protección Real, lo que les permitía vivir en comunidades o aljamas y dedicarse a diversos oficios sin ejercer cargos con autoridad sobre los cristianos.
Desde 1391 se inició una brutal persecución contra los judíos, con numerosas matanzas en ciudades como Valencia y Barcelona, que hicieron que muchos de ellos emigrasen hacia el oeste (Castilla, Portugal y Galicia) donde eran mejor aceptados en aquel momento. A partir de 1478 la inquisición y sus frailes predicadores incrementaron la presión incluso contra los judíos conversos. La situación se hizo insostenible tras el asesinato del inquisidor de la Corona de Aragón D. Pedro Arbués en 1485. El proceso terminó con la expulsión de los judíos no conversos de las Coronas de Aragón y Castilla en el 31 de marzo de 1492 (edicto de Granada), 3 meses después de la toma de Granada por los Reyes Católicos y en el mismo año en que Colón llegó a América. Los judíos expulsados, decenas de miles, se dispersaron por varios países del norte de África, Europa y Asia occidental, constituyendo las colonias sefardíes. Los que habían emigrado previamente de Levante hacia Galicia y Portugal posiblemente se salvaron de la expulsión. Como esta emigración se producía en grandes grupos familiares y dada la endogamia habitual en estos, es posible que se mantuviese una identidad genética con los grupos levantinos expulsados hacia la diáspora sefardí. Era frecuente que los judíos que se mudaban de residencia dentro de la Península Ibérica, cambiaran su apellido, adoptando nombres de oficios o ciudades para ocultar su origen y sortear la persecución de la inquisición. Posiblemente el apellido Colón (derivado del valenciano Colom) fuese introducido en la familia en el momento de su huida fuera de la Corona de Aragón a finales del siglo XIV.
El apellido Colón en la Pontevedra del siglo XV
El apellido “de Colón” aparece en documentos castellanos del siglo XIV. El apellido “Colón” (sin “de”) está documentado en la zona de Pontevedra en el siglo XV. Así se puede ver en el Livro do Concello de Pontevedra entre los años 1431 y 1463 y en documentos notariales de Pontevedra de mitad del siglo XV. Ni antes de estas fechas ni fuera de Castilla y Galicia es posible encontrar este apellido.
La Real Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra
Es del siglo XV y fue construida sobre una mezquita anterior.
Tiene un altar que fue donado entre 1525 y 1530 por un grupo de pescadores del barrio de pescadores de Pontevedra (barrio de la Moureira). Uno de ellos era Juan Colón según datos proporcionados por la Real Basílica. Cristóbal Colón nació en 1451 y falleció en 1506, por lo que podría tener algún lazo familiar próximo con Juan Colón de Pontevedra.
La guerra entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja
Fallecido el Rey de Castilla Enrique IV sin sucesor masculino, se inició una guerra de 1475 a 1479 entre Isabel la Católica, medio hermana del Rey, y Juana la Beltraneja con dudas de si era hija del Rey o de su valido Beltrán de las Cuevas. La nobleza castellana estaba dividida. Además, la Beltraneja, cuya madre era judía, contaba con el apoyo de parte de la nobleza gallega y extremeña y la del Rey de Portugal Alfonso V con quién se casó. Isabel la Católica contaba con el apoyo de la mayoría de la nobleza castellana y de la Corona de Aragón. La guerra terminó con la firma del tratado de Alcaçobas que reconocía a Isabel y Fernando como Reyes de Castilla y Aragón y se cedían a Portugal Madeira y Azores. Los partidarios de la Beltraneja en Castilla, Galicia y Extremadura fueron castigados. Las torres de los palacios de los nobles de Cáceres fueron desmochadas. No se conoce el papel de la familia Colón en esta guerra, pero es fácil de suponer que estuviesen en el lado de la Beltraneja si se encontraban en Galicia y Portugal.
El naufragio de Colón frente a las costas de Portugal
La flota genovesa tuvo un papel limitado en la guerra de sucesión castellana, en general a favor de Isabel la Católica, pero también, en alguna ocasión, realizó encargos para el bando de la Beltraneja. En 1476 una carraca genovesa que transportaba tropas y enseres del bando de la Beltraneja encalló y tuvo que ser abandonada. Casualmente también en 1476 se dice que Colón navegaba con la flota genovesa y sufrió un ataque de corsarios franceses. Su barco se incendió y él se salvó nadando hasta la costa portuguesa del Algarve. Quién sabe si ambos acontecimientos no sean el mismo, pero con diferente narración en época de guerra. Después Colón llegó a Lisboa, donde se reunió con su hermano Bartolomé que era cartógrafo y se casó con Felipa Moniz de Perestrello, hija del gobernador de Madeira. Todo ello le permitió entrar en la nobleza portuguesa y conocer cartógrafos y navegantes portugueses, así como documentos y mapas de navegación atlántica. Se instaló como comerciante en Madeira y navegó por el Atlántico: Irlanda, Inglaterra e incluso las costas de África.
También hay una teoría que indica que Colón tuvo acceso en un antiguo monasterio templario portugués a mapas e informes de navegación hacia el oeste. Según esta teoría los templarios ya habrían llegado a América antes que Colón. De hecho, gran parte de la flota templaria se hallaba fondeada en el puerto atlántico francés de La Rochelle. Cuando el Papa Clemente V y el Rey Felipe IV de Francia decretaron la ilegalización de los templarios y la detención de sus líderes en 1312, la flota templaria de La Rochelle desapareció sin dejar rastro y algunos piensan que escapó hacia América. Si todo esto fuese cierto, Colón tendría datos de la trayectoria correcta y la duración aproximada de la travesía.
El hecho de que Colón navegase enrolado en la flota comercial genovesa no quiere decir que fuese genovés. Podría haber sido contratado como traductor de español y portugués. Además, su ADN no indicaba que fuese judío genovés. Por otra parte, el que su hermano Bartolomé estuviese instalado en Lisboa tampoco aboga por la hipótesis genovesa.
Colón y las capitulaciones de Santa Fé
Colón ofreció el viaje hacia las Indias por el camino occidental en primer lugar al Rey de Portugal, el cual no consideró viable el viaje.
A continuación, Colón se entrevistó con los Reyes Católicos a los que hizo la misma oferta. La primera reunión tuvo lugar en Alcalá de Henares el 20 de enero de 1486. Varias reuniones más se produjeron ese año y los siguientes. Pero en ese momento en que la guerra de sucesión de la corona de Castilla estaba todavía muy reciente, Colón no podía revelar su verdadero origen, muy probablemente relacionado familiarmente con el bando de la Beltraneja por miedo a que si se conociera este dato podría dar al traste con el proyecto. Sin duda jugó al despiste simulando su origen genovés lo que no le fue muy complicado por haber colaborado con la flota comercial genovesa.
Tras dichas reuniones con los monarcas, el 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fé. Además de ser financiado por la Corona, Colón sería nombrado Almirante vitalicio y hereditario de la “mar Océana” y Gobernador General de todas las tierras que incorporase a la Corona. Además, participaría en un 10% de las ganancias, tendría autoridad para resolver los pleitos mercantiles en sus territorios y proponer el nombramiento de los funcionarios.
Conclusión
Los datos expuestos permiten construir un relato perfectamente congruente y que indicaría su estirpe de judíos levantinos, según sus estudios, pero emigrados a Galicia y/o Portugal posiblemente a finales del siglo XIV por la brutal persecución de los judíos en la Corona de Aragón. Es razonable que fuera un judío converso. Él siempre se definió como católico. Algunas de sus naves llevaban pintada en rojo la cruz templaria. Su nombre en griego, “Cristóforo”, significa “El que trae a Cristo”, que era quizás su misión principal en el viaje a las Indias.
Para confirmar este relato habría que cotejar el ADN de Colón con el de otros individuos de la misma época y con el mismo apellido. Pero no creo que tras varios siglos puedan ser encontradas sus tumbas en los cementerios de Pontevedra y pueblos próximos como Poio.
José Luis Carreras Delgado es Catedrático Emérito de Radiología y Medicina Física de la Universidad Complutense de Madrid
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