Nueva York

Turismo y series: las vacaciones perfectas

Gran Bretaña y Nueva York potencian los «tours» temáticos de «Juego de Tronos» y «Mad Men»

Los locales donde beben los personajes de «Mad Men», entre los más codiciados
Los locales donde beben los personajes de «Mad Men», entre los más codiciadoslarazon

Gran Bretaña y Nueva York potencian los «tours» temáticos de «Juego de Tronos» y «Mad Men»

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Van en peregrinación y sólo les falta besar el suelo que han pisado Don Draper, Tiryon Lannister, Tony Soprano, el conde de Granthan y Blair Waldorf, entre otros. Desde que a algún genio gris se le ocurrió organizar rutas de «Sexo en Nueva York» –y de comprobar que era una de las atracciones turísticas más demandadas–, los «tour operadores» y las propias oficinas de turismo de los países se han puesto las pilas para ofrecer una nueva línea de negocio: los tours que llevan en volandas a los cinéfilos a los exteriores e interiores de esas series que, ya no sólo es que quieran ver, también quieren vivir en primer plano aunque sea por unos días o por unas horas.

La palma –como acaba de ocurrir en las recientes nominaciones de los premios Emmy o en el número de descargas ilegales– se la lleva «Juego de Tronos». Brit Movie Tours ofrece un recorrido donde se han rodado numerosas escenas de lnvernalia. Hay dos tipos de recorridos uno de ocho horas, con salida y llegada a Belfast por 35 libras (unos 50 euros), si se quiere ser más exquisito se puede optar por un tour personalizado para dos personas y hasta siete. Con chofer y guía personalizado, el paquete cuesta 610 libras (878 euros). Se puede visitar el Bastión de Tormentas, el campo del rey Renly Baratheon; el lugar donde Ned Stark decapitó a un desertor de la guardia de la noche y la huida de Arya y Gendry. Uno de los platos fuertes es ver el árbol lleno de cicatrices con el que se ensañó Robb Stark golpeándole repetidamente con la espada al saber que su padre había muerto. Con un coste adicional, los turistas podrán ponerse un traje completo de la serie y dar clases de tiro con arco.

«Experiencias únicas»

Brit Movie Tours no desaprovecha el éxito de «Downton Abbey». Para vivir la «experiencia única» de 3 días y dos noches –así la califican– hay que desembolsar 717 libras por persona (más de 1.000 euros) en habitación compartida y 867 libras (1.249 euros) en habitación individual. Además de que los lugareños les cuenten algún chascarrillo de los miembros del elenco y «disfrutar del estilo de vida eduardiano». Entre los lugares que se visitan están Oxfordshire, el pueblo que hace las veces de la aldea de Downton y dónde está el hospital, la oficina de correos y el pub local. Los viajeros cenan en el mismo restaurante donde la señora Edith y Michael Gregson celebran una cena romántica. Y, finalmente, el castillo de Highclere, la mansión de Downton Abbey, donde vive el Conde de Grantham y su familia.

Nueva York, ciudad donde comenzó este fenómeno, está demostrando que hay vida más allá de «Sexo en Nueva York». El legado de la exquisita y «vintage» «Mad Men» ha propiciado que muchos espectadores quieran vivir, aunque sea por unas horas como Don Draper y Peggy. Por 59 dólares (54 euros) se visitan ocho lugares relacionados con la ficción de los publicistas, la Gran Central Station –donde Don Draper toma el tren todos los días antes de divorciarse–, el Oyster Bar, donde se sirven las mejores ostras de la Gran Manzana; Madison Avenue, la calle de las agencias de publicidad en los años 60, las ubicaciones donde están las oficinas de Sterling Cooper... Pero la opción más solititaca es «Mad Men Cocktails». Por 150 dólares (138 euros) y tres bebidas alcohólicas incluidas, se visitan los bares donde los publicistas quemaban sus gargantas, e intentaban paliar sus penas, con el alcohol.

¿Y qué me dicen de «Los Soprano»? Por 47 dólares (43 euros) y durante cuatro horas directamente van a llorar de emoción al pasear por Nueva Jersey y encontrarse con «Satin Dolls», el bar que hace de las veces del «Bada Bing!», el bar de stripers y la tapadera preferida de Tony Soprano. En Bloonfield se encuentra Holsten’s, el restaurante donde se rodó la última escena de la serie, además de Pizzaland y, por supuesto, la casa de la familia. Esta ruta es de las que pueden complicar la vida a los seriéfilos puesto que en Satin Dolls no se puede hacer fotos y los propietarios del hogar donde vivía la familia están un poco saturados de recibir a tantos visitantes, a los que, por supuesto, no dejan traspasar la puerta.

Ver Manhattan a través de la mirada de los protagonistas de «Gossip Girl» es otra de las opciones. 37 euros y tres horas y media después, el visitante habrá estado en el Hotel Empire, el lugar ideal de Chuck para hacer negocios, la tienda de Vera Wang donde Blair se compró su vestido de boda... Estas rutas, además de saciar la curiosidad de los amantes de las series, también es otra forma, y quizá mucho más divertida, de conocer una ciudad o un país.

España no hace negocio turístico con sus ficciones

Mientras Reino Unido y Estados Unidos han encontrado en los tours tematizados en series televisivas un excelente reclamo turístico, España aún se encuentra muy por detrás de esta tendencia, ya que ni instituciones públicas ni privadas ofrecen estos servicios. No obstante, dos producciones exitosas españolas han conseguido que muchos turistas hagan estas rutas por su cuenta. Se trata de «El tiempo entre costuras» e «Isabel». Gracias a la primera se recorre el Madrid de los años 30 y unos exóticos Tanger, Tetuán, Cascais y Estoril. Por su parte, los amantes de la Historia, recorrerán de la mano de Isabel la Católica la Castilla medieval visitando toro, Burgos, Tordesillas y Valladolid.

inpribus, Pala dereisse crum tuus se cone deritiam.Quodiis, culudactant.