Deporte inclusivo

Cuando la discapacidad no es una barrera para ser los «Campeones» de judo

Entrenamos un día en Madrid con este «equipo» de chicos con discapacidad intelectual a los que el deporte les sirve como terapia

Almudena López, campona de Judo, durante un entrenamiento en la Fundación Jardines de España.©Gonzalo Pérez Mata
Almudena López, campeona de Judo, durante un entrenamiento en la Fundación Jardines de España.GONZALO PEREZ MATAFotógrafos

«Cerramos los ojos y respiramos. Nos llenamos de energía e imaginamos un color, por ejemplo, el azul. Poco a poco juntamos los talones y prestamos atención a nuestro equilibrio». Daniel fija las palabras de la judoca Almudena López al tiempo que trata de mantener el equilibrio. El resto del «equipo» hace lo propio. Jorge, Rubén, Tomás, Pablo... todos ellos están entusiasmados: «Vamos a ser como los de la película de ‘‘Campeones’’, pero en judo», dicen entre risas.

Y es que, esta actividad deportiva se ha convertido en la estrella de la Fundación Jardines de España a la que acuden cada día un centenar de personas con discapacidad intelectual.

«Cuando me propusieron participar en este proyecto no lo dudé. Para mí es un regalo. Además, me ha servido para poner en marcha una metodología en la que el judo no se vea como competición, sino centrada en la esencia de este deporte que es el uso eficaz de la energía y la colaboración», dice la cinturón blanco/ rojo, 6º DAN en referencia a los principios seiryoku-zenyo y Jita-Kyoei.

Almudena López, campona de Judo, durante un entrenamiento en la Fundación Jardines de España.
Almudena López, campona de Judo, durante un entrenamiento en la Fundación Jardines de España.GONZALO PEREZ MATAFotógrafos

Así que, de la mano de esta decena de alumnos que cada miércoles acuden ansiosos a las clases de Almudena, realizamos un viaje a los fundamentos Jigoro Kano. «Cano, de canas», apostilla Daniel, cuando les explica la profesora los puntos claves del deporte y les habla de su creador.

Tras un calentamiento alentado por la música de «Rocky» comienzan a «dar cera y pulir cera». Llegan las caídas. Prueban el ushiro ukemi. Ellos tratan de memorizar el «palabro» mientras ensayan con su práctica.

«Es increíble lo motivados que están con el judo. Normalmente, les cuesta participar en actividades físicas, pero con esta, están entusiasmados. Las familias de algunos de ellos ya nos han consultado sobre la posibilidad de ampliar esta formación fuera del aula. Les gusta mucho», explica a este diario Fermín Fuente, el director de este centro ocupacional. «Entre los usuarios tenemos a personas con síndrome de Down, deterioro cognitivo, retraso intelectual... La actividad física es muy importante para ellos y no siempre resulta fácil engancharles, pero con el judo vienen sin que haya que insistirles. Además, este deporte aporta valores muy positivos de ayuda y de contacto sin agresividad», apunta el director, que junto al resto de profesionales que trabajan en el centro, una docena, coinciden en el éxito de la actividad.

Este proyecto está enmarcado dentro del programa «Mantente activo» que organiza la Fundación Deporte y Desafío, cuyo objetivo principal es la integración social de la persona con discapacidad, tanto física, intelectual como sensorial, a través del fomento de deportes adaptados y actividades al aire libre en un ámbito de normalidad. «El deporte es fundamental para desarrollarse tanto a nivel social como motor. En el caso del judo, al tener unas reglas muy marcadas y pautas, lo hace muy apto para las personas con discapacidad intelectual», asevera Brandon Freire, coordinador del programa «Mantente Activo».

Almudena López, campona de Judo, durante un entrenamiento en la Fundación Jardines de España.
Almudena López, campona de Judo, durante un entrenamiento en la Fundación Jardines de España.GONZALO PEREZ MATAFotógrafos

Ajenos a lo que hay detrás de toda esta organización, los alumnos continúan concentrados y siguiendo al dedillo las instrucciones que les brinda Almudena. «Lo más difícil es controlar la fuerza, pero es muy emocionante, a mí me gustaría competir y ya se lo he comentado a mis padres. Es divertido y haces ejercicio», reconoce Jorge. «Es un poco cansado, pero me gusta mucho. A veces tengo que parar en medio de la clase para descansar, pero voy a venir todos los días», añade Pablo.

Almudena les explica que van a practicar la versión de suelo, «pero no vale pegar golpes a nadie ni dar puñetazos, ¿eh?», aclara la entrenadora. «Yo les llamo mis campeones, no sólo por la referencia a la película, sino porque cada día me demuestran que luchan para ser mejores. Me demuestran que les encanta aprender este deporte y que les apetece hacer cosas complejas», puntualiza Almudena durante un pequeño receso.

Su objetivo es que, en las clases, todos los chicos «se sientan cómodos y poderosos». «Les encanta mostrarme todos sus avances y es increíble cómo valoran los nuevos aprendizajes, me trasmiten un inalterable interés cada semana que entrenamos. Es muy gratificante trabajar con ellos, porque me hacen comprender la importancia de aprovechar todas las oportunidades que ofrece este deporte».

Almudena, que fue campeona de España y miembro del equipo nacional de judo entre 1986-2002, lleva años tratando de adaptar este deporte a diferentes niveles: «No todo el judo es el de los olímpicos, de este deporte se pueden sacar muchos beneficios, saca lo mejor de cada uno, adaptándolo a sus características».

En cuanto a entrenar con personas con discapacidad intelectual, la deportista reconoce que no ha habido que cambiar demasiado el guion: «Me centro en cada uno de ellos para que lleguen hasta donde puedan, me involucro mucho para que consigan centrarse, focalizar y evitar que se comparen los unos con los otros».

Y es que, en definitiva, esta disciplina va más allá de lo físico, conecta con lo mental, con el equilibrio interior. «Trabajar el cuerpo a través de acciones resulta más fácil y se llega a controlar las capacidades mentales y también las emocionales «, dice la profesora, quien comienza a continuación a explicarles la técnica de empujar y tirar. Lo captan enseguida y lo hacen, al principio, con cierto reparo, para en la segunda intentona conseguirlo sin miedo y fluidez. Quien toque la colchoneta con la espalda, pierde. Todos luchan para mantenerla erguida.

«El judo es el deporte del ceder y eso es básico. Cuando lo consigues, cuando cedes, eres capaz de llegar a lugares que no sabías que existían», dice ante la mirada atenta de los judocas «amateur».

Actitud y comportamiento

Laura, otra de las trabajadoras del centro, explica que «da gusto ver lo hipermotivados» que están. Y es que, al parecer, no hace falta que los profesores les indiquen que llega la clase de judo: «Van directos y eufóricos. Es más, hemos notado en ellos un cambio de actitud, de comportamiento, muy positivo», puntualiza la trabajadora de la Fundación.

Es más, en las reuniones que mantienen los profesionales con las familias de los usuarios, los primeros siempre reconocen el bien que les hace esta práctica, con la que llevan dos años. «Como indica el nombre del programa, ‘‘Mantente activo’’, esto es algo muy importante a tener en cuenta cuando trabajamos con personas que presenten alguna discapacidad. De hecho, lo pusimos en marcha por la falta de oferta deportiva adaptada en estos centros. El objetivo que perseguimos desde la Fundación Deporte y Desafío es eliminar las barreras que impiden que un deportista con discapacidad pueda disfrutar de aquellos deportes que le gustaría practicar», señala Freire.

Y en este caso lo han conseguido. Cuando termina la clase, algunos acuden a Almudena para consultarle algunas dudas técnicas, otros se ponen a recoger las colchonetas y todos ellos se preguntan si la semana pasará rápida para volver a entrenar. «Yo practico en casa, aunque el espacio no es muy grande. Las cosas que aprendemos quiero repetirlas para que no se me olviden», asegura Jorge, cuya camiseta da buena cuenta del esfuerzo que ha hecho durante la hora que ha durado la sesión.

Como diría el maestro Jigoro Kano: «El judo debe existir para beneficio del hombre, y no el hombre para el judo».