
Vajilla
Duralex: ¿Qué fue de la icónica marca de vajilla "irrompible"?
Tras casi 20 años de problemas financieros, la firma entró en suspensión de pagos en 2023, quedando al borde del cierre definitivo

Si hay algo que evoca los recuerdos más nítidos de la casa de nuestros abuelos, o de aquellas casas en los pueblos, es la vajilla de Duralex. Esos vasos de vidrio templado color ámbar o verde que, a pesar de los años, siguen intactos. Vajillas que han sobrevivido a miles de lavados —a mano o en lavavajillas—, caídas accidentales y el paso del tiempo, permaneciendo tan funcionales como el primer día.
En aquella época, todo parecía durar para siempre: frigoríficos que funcionaban durante décadas, lavadoras que soportaban lavados casi infinitos... y vasos Duralex que han pasado de generación en generación sin romperse. Pero, ¿qué ha sido de la icónica marca francesa de vajilla "irrompible"?

Duralex: del éxito a la crisis financiera
Durante décadas, Duralex fue sinónimo de durabilidad y diseño práctico. Fundada en Francia en 1945, la empresa se convirtió en un símbolo del hogar moderno en Europa. Sus productos invadieron colegios, comedores y cocinas domésticas, especialmente en países como España, donde sus vajillas se volvieron omnipresentes.
Sin embargo, tras casi 20 años de problemas financieros, la firma entró en suspensión de pagos en 2023, quedando al borde del cierre definitivo.
Salvados por sus trabajadores: una cooperativa con alma de fábrica
Contra todo pronóstico, y en un movimiento casi heroico, los propios empleados decidieron tomar el control. En agosto de ese mismo año, Duralex fue rescatada por su plantilla, que la convirtió en una cooperativa. De los 226 empleados, 148 se convirtieron en accionistas.
Desde entonces, la empresa funciona como una firma tradicional, pero gestionada por sus propios trabajadores, quienes reinvierten los beneficios directamente en el negocio.
Crecimiento sostenido: más empleo, más producción
Los resultados de este giro empresarial no se hicieron esperar. En tan solo diez meses, la producción aumentó un 22%, con una previsión de 40 millones de vasos fabricados en la planta de La Chapelle-Saint-Mesmin (Loiret) para este año.
Además, la plantilla ha crecido a 242 empleados. Y los números hablan por sí solos: de una facturación de menos de 25 millones en 2023, Duralex espera alcanzar los 31 millones de euros este año. Para 2026 y 2027, se proyectan 33 y 35 millones respectivamente, con el objetivo claro de volver a la rentabilidad completa en dos años.
El poder de la nostalgia y la calidad duradera
François Marciano, director general de Duralex, afirma que parte del éxito actual radica en el componente emocional que genera la marca: "Evoca a la infancia, a momentos felices, a lo duradero". Pero también destaca la fuerza de la cooperativa: “Después de seis quiebras, los trabajadores dijeron basta y decidieron tomar el control”.
Actualmente, la marca exporta el 70% de su producción a más de 100 países, y planea aumentar ese porcentaje hasta el 80% en los próximos años.
Duralex se reinventa: cafés boutique y tiendas efímeras
En su estrategia de reposicionamiento y modernización, Duralex ha apostado por crear experiencias alrededor de su marca. El pasado 16 de mayo de 2025, abrió su primera cafetería boutique en París, “Le Café Duralex”, ubicada en el número 7 de la rue Sedaine.
En este espacio, los visitantes pueden disfrutar de productos delicatessen franceses y bebidas servidas, como no podía ser de otra forma, en la clásica vajilla de Duralex. La iniciativa busca reconectar con el público urbano y presentar la marca en un nuevo contexto más moderno y experiencial.
Además, planean abrir tiendas temporales (pop-ups) en centros comerciales del área metropolitana de París para lanzar nuevos productos y consolidar su presencia entre el público joven.
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