Riesgo extremo
España arde por el calor: los incendios se multiplican y lo peor está por llegar
Méntrida, Navaluenga o Villena sufren las consecuencias de las altas temperaturas, mientras los expertos insisten en recordar que la lucha contra el fuego se hace en invierno
El fuego que se produjo el pasado jueves en Méntrida (Toledo) y que dejó sentir sus efectos en la Comunidad de Madrid representa el noveno Gran Incendio Forestal (GIF) –aquellos que afectan a más de 500 hectáreas– registrado en España en lo que va de 2025. Los GIF suponen menos del 1% de los siniestros que se producen en nuestro país, pero sin embargo arrasan más del 60% de la superficie quemada, y se alimentan de la existencia de masas vegetales sin uso, sin aprovechamiento y sin planificación.
En este sentido, elColegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural (Coitf) advierte de que estos incendios no son casos aislados, sino el reflejo de una emergencia estructural agravada por la falta de gestión forestal, el abandono rural y el cambio climático. Por este motivo, insiste en que es urgente pasar de políticas reactivas de extinción en el momento (es decir, apagar los fuegos cuando se producen) a actuar durante todo el año con estrategias estructurales de prevención, de planificación y de gestión del territorio.
Asimismo, el Coitf, junto con WWF España y Tecnifuego, han recordado la importancia de contar con planes de autoprotección frente a incendios en municipios en contacto con lo forestal (las denominadas zonas de interfaz urbano-forestal), ya que este tipo de incendios que ponen en riesgo a los núcleos urbanos cada vez son más frecuentes. Este hecho se ha observado no solo en nuestro país, sino en otros que se han producido en Canadá, California en EE UU, Chile o Grecia los últimos años.
«El 95% de los incendios tiene causa evitable. Cada año se producen 9.300 incendios, lo que es un absoluto disparate. (...) Las administraciones no son las únicas responsables de prevenir incendios, sino que la ciudadanía tiene mucho margen para que todos estos incendios que tienen una causa humana no se inicien», ha indicado a Ep la especialista en incendios forestales de WWF, Lourdes Hernández. En este sentido, hay que recordar que el incendio de Méntrida se originó en una cuneta, y la causa más probable es una colilla mal apagada, según han declarado los expertos.
«Las administraciones continúan poniendo el foco en la extinción, cuandoson los propios bomberos quienes llevan años avisando de que cada vez están más próximos al colapso, o sea, cada vez se están enfrentando a más incendios frente a los cuales no pueden hacer nada porque no pueden entrar en condiciones de seguridad», advirtió Hernández.
En el incendio de Paüls (Tarragona) que se produjo en Tarragona a principios de este mes de julio y que arrasó con 3.300 hectáreas, Antonio Serrano, un bombero de 46 años que tenía un hijo de diez, falleció durante las tareas.
El gran reto al que se enfrentan los profesionales y expertos es cómo abordar los llamados incendios «de sexta generación», caracterizados por su gran capacidad destructiva y de muy difícil control, ya que pueden generar su propia meteorología, modificando el viento local y provocando turbulencias, por lo que son aún más peligrosos. Este tipo de fuegos están muy influidos por el cambio climático, y cada vez son más frecuentes e intensos.
Relacionado con la meteorología, las altas temperaturas registradas durante estos días en la Península han provocado que casi todo nuestro territorio esté en riesgo muy alto e incluso extremo de incendios, según el mapa que publica la Agencia Española de Meteorología (Aemet). A este elemento de riesgo se han sumado un bajo nivel de humedad y otro de los peores enemigos de las tareas de extinción cuando se produce un incendio: el fuerte viento, que ha complicado sobremanera los trabajos de las brigadas forestales.
Es el caso del fuego declarado en Navaluenga (Ávila) a primera hora de la tarde del viernes, que ayer continuaba activo aunque estabilizado, con un perímetro estimado de 26 kilómetros y que ha afectado por el momento a 1.500 hectáreas. Los técnicos de extinción estuvieron en alerta ante el riesgo de reactivación , debido a las condiciones adversas. El pronóstico apuntaba a un aumento de las temperaturas y a rachas de viento de hasta 30 km/h, informa Efe.
El fuego provocó momentos de gran tensión entre los vecinos por el humo, las llamas y el fuerte aire, y obligó a evacuar de forma preventiva un campamento de verano con 50 menores situado en las inmediaciones, así como a 14 familias de la zona. A las labores de extinción se sumaron efectivos de la UME y de comunidades autónomas como la de Madrid, que envió cinco dotaciones de Bomberos.
Por su parte, el incendio forestal de Ibi (Alicante) evolucionó este sábado favorablemente, ya sin la presencia de llamas y que quedó perimetrado. Sin embargo, la presencia de zonas calientes y la previsión de fuertes rachas de viento no permitieron bajar la guardia a los efectivos sobre el terreno.
El consejero valenciano de Emergencias e Interior, Juan Carlos Valderrama, indicó que hubo que desalojar a unas 25 personas de 15 viviendas diseminadas en el campo, y que el número de hectáreas calcinadas ascendía a 185, de las que 147 correspondían al Parque Natural de la Font Roja.
Asimismo, nueve medios aéreos trabajaban ayer en la extinción de un incendio declarado en la pedanía de La Encina, del término municipal de Villena (Alicante), y que afectó a territorio de Castilla-La Mancha, informaron Emergencias de la Generalitat Valenciana y el consorcio provincial de bomberos de Alicante. El fuego se inició en el camino del cementerio de la pedanía de La Encina, en el barranco de Mojón, con grandes columnas de humo, que afectó a rastrojos y arboleda. Al lugar se trasladaron cinco medios aéreos de la Comunidad Valenciana y cuatro de Castilla-La Mancha.
Según las previsiones de la Aemet, ayer y hoy serán días «muy adversos», sobre todo en Alicante y Valencia, con «temperaturas muy altas –por encima de los 35 grados y rozando los 40–, humedad muy baja y viento de poniente», por lo que repitió que el riesgo de incendios forestales «es extremo».
Por su parte, el dispositivo contra los incendios forestales de la Junta de Andalucía, el plan Infoca, desplegó sus recursos ante un incendio declarado en los montes de Lubrín (Almería). El fuego se notificó sobre las 13:40 horas de este sábado en un paraje conocido como Cortijo de Marchalico.
Mientras tanto, el declarado en Valdecaballeros (Badajoz) afectó a unas 500 hectáreas, a falta de datos oficiales, y a última hora de ayer estaba muy lejos de su estabilización.
En Madrid, la carretera M-413 fue cortada a las 14:00 horas entre los puntos kilométricos 13 y 14,100 como consecuencia de un incendio declarado en Arroyomolinos en una zona de matorral en la que trabajaban bomberos de la Comunidad de Madrid y Agentes Forestales, y que quemó unas 15 hectáreas antes de ser controlado.Según Emergencias 112, el fuego se produjo a primera hora de la tarde en una zona desarbolada, con matorral y alguna encina.