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Esta fue la surrealista reacción de unos clientes cuando el dueño de un bar decidió cerrar dos días por descanso

El cierre de dos días semanales en un local de hostelería, impulsado por su propietario @abrigaca, busca garantizar el descanso completo de la plantilla y denuncia la precariedad laboral habitual en el sector

(Foto de ARCHIVO) Cerveza 0,0 de Heineken REMITIDA / HANDOUT por JASON SETZER/HEINEKEN Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma 19/03/2025
El cierre de dos días semanales en un local de hostelería, impulsado por su propietario @abrigaca, busca garantizar el descanso completo de la plantilla y denuncia la precariedad laboral habitual en el sectorJASON SETZER/HEINEKENEuropa Press

La decisión de un hostelero gallego de cerrar su establecimiento dos días a la semana ha desatado un intenso debate sobre las condiciones laborales en el sector de la hostelería. El empresario, conocido en redes sociales como @abrigaca, ha explicado que su objetivo es garantizar dos días libres consecutivos para toda su plantilla, una medida que considera esencial para el bienestar físico y mental de sus trabajadores.

Lejos de tratarse de una estrategia comercial, la iniciativa responde a un compromiso firme con los derechos laborales. “No es un privilegio, es un derecho”, ha afirmado el hostelero, en respuesta a comentarios como “¿Cierras dos días? Sí que estás cargado de dinero”, que reflejan, según él, una hipocresía social en torno al descanso y la dignidad en el trabajo.

La propuesta ha generado reacciones encontradas en redes sociales. Mientras algunos usuarios sugieren turnos rotativos como alternativa, otros aplauden la decisión como un ejemplo de responsabilidad empresarial. El debate pone en evidencia la tensión entre la viabilidad económica de los pequeños negocios y la demanda de disponibilidad constante por parte de los consumidores.

Más allá del cierre puntual, la medida se ha convertido en un manifiesto contra la precariedad laboral. El hostelero recuerda que cumplir los convenios no debería ser visto como un lujo, sino como una obligación ética y legal. “La hostelería no puede seguir siendo sinónimo de explotación”, ha declarado.