Prevención
¿A favor o en contra? Esto es lo que opinan los expertos acerca de las balizas V16 obligatorias
La implantación de este sistema de señalización ya está suponiendo más de un quebradero de cabeza
Se trata de una de las novedades más relevantes de nuestro país de cara a 2026, y no es para menos. A partir del próximo 1 de enero, todos los vehículos deberán llevar conectadas, de forma obligatoria, balizas V16, que servirán para señalizar el automóvil y 'jubilar' a los eternos triángulos de emergencia.
La futura obligatoriedad de este dispositivo ha calado con fuerza entre aquellos que ya se han enterado de su llegada. Y es que hay quienes se muestran en contra de esta medida. ¿Es la implantación de las balizas un paso desacertado? ¿O acaso estamos ante una decisión correcta? Varios expertos, en declaraciones concedidas a Xataka, han querido exponer sus justificaciones.
Un error garrafal
José Lagunar, experto en seguridad vial, advierte que las nuevas balizas V16 introducen un grado adicional de complejidad para los conductores. Según Lagunar, "ahora hay que estar plenamente atentos a que la batería esté cargada o a llevar pilas de repuesto, porque a los 30 minutos se apaga".
El experto subraya que, aunque en entornos urbanos como Madrid o Barcelona ese tiempo pueda parecer suficiente, en muchas carreteras españolas la asistencia puede tardar mucho más en llegar. "Todo lo que sea inferior a 90 minutos dando iluminación me parece altamente insuficiente", insiste, señalando que el alcance efectivo de la baliza podría no cubrir situaciones de emergencia en zonas más aisladas.
En cuanto a la eficacia de la V16 en la prevención de accidentes, Lagunar se muestra escéptico. Según él, "si desde el 1 de enero de 2026 realmente es lo único que se usa para emergencias en carretera, los atropellos no disminuirán, simplemente porque hay mucha casuística que la baliza no contempla: curvas, cambios de rasante, camiones o autobuses". También cuestiona si este dispositivo es realmente más visible que las luces intermitentes tradicionales del vehículo, planteando dudas sobre la verdadera mejora en seguridad que aportará su uso obligatorio.
Un buen avance
Desde Netun Solutions, la empresa que desarrolló la baliza V16, señalan que los tradicionales triángulos de emergencia presentan limitaciones claras. "Se colocan en el suelo, en el arcén, pueden quedar parcialmente ocultos, no emiten luz propia (o muy poca) y su ángulo de visibilidad y alcance real pueden estar lejos de lo necesario", explican.
Para la compañía, la decisión de la DGT de sustituir los triángulos representa un "punto de inflexión en la seguridad vial", ya que cada año se producen decenas de atropellos y numerosos heridos mientras los conductores intentan colocarlos. La V16 surge como respuesta a esta problemática, ofreciendo una señalización luminosa inmediata que evita que el conductor tenga que exponerse caminando por el arcén.
La baliza V16, subrayan desde Netun, se coloca en un lugar elevado, como el techo o una zona alta del vehículo, garantizando visibilidad en todas direcciones. Para mejorar aún más su eficacia, la compañía ha lanzado la nueva versión 'Help Flash IoT+', que alcanza más de 290 candelas de luz y se posiciona como la baliza más potente del mercado. Según Netun, esto asegura una visibilidad excelente incluso a plena luz del día, incrementando la seguridad de los usuarios frente a los riesgos que los triángulos tradicionales no pueden cubrir.
Aceptar sin dejar ir
Carlos Javier Cantero, de la especialidad de Tráfico de la AUGC, propone un enfoque equilibrado respecto a la sustitución de los triángulos por las balizas V16. Según el experto, "proponemos que los triángulos no desaparezcan por completo, sino que se mantenga su uso como elemento complementario, al menos en ciertos contextos". Reconoce que la tecnología aporta ventajas importantes, pero advierte que no puede reemplazar de manera automática métodos que, aunque más antiguos, siguen siendo eficaces.
Para el representante de AUGC, una "convivencia entre ambos sistemas sería una medida más segura", garantizando que los conductores cuenten con varias herramientas para señalizar emergencias en carretera y reduciendo riesgos innecesarios. La idea es que la innovación tecnológica no sustituya la prudencia ni los recursos tradicionales, sino que los complemente para aumentar la seguridad vial.