Fuerzas de Seguridad

Mata a su marido de un martillazo en la cabeza y convive con el cadáver en descomposición durante varios días

La autora, que puede sufrir enajenación mental y que ya está en la cárcel, colocaba flores en torno al fallecido para disimular el olor de la putrefacción, lo que hizo pensar en un acto de brujería. Los hechos han ocurrido en un pueblo de La Coruña y han sido esclarecidos por la Guardia Civil

No se trata de un caso de brujería ni nada parecido, sino de un horripilante crimen fruto de la enajenación mental de su autora, según las primeras investigaciones de la Guardia Civil. Los hechos han ocurrido en la localidad de Paderne, en La Coruña. El hallazgo de un hombre fallecido con signos de violencia en la parroquia de Velouzás – Paderne, tras las fechas navideñas, dio inicio a la investigación de un posible homicidio por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de La Coruña.

El cadáver se encontraba en avanzado estado de putrefacción y la cabeza la tenía cubierta con una bolsa. Al retirarla, se comprobó que la víctima presentaba un gran orificio en la cabeza producido por un objeto contundente, en este caso un martillo que fue encontrado en las inmediaciones de la cama, donde reposaba el cadáver. En la habitación había jarrones con flores, lo que hizo pensar en un principio que se trataba de algún tipo de ritual de brujería, algo que se ha descartado conforme avanzaban las investigaciones.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, todo gira en torno a una familia desestructurada, ella con brotes de enajenación mental y un hijo que, al parecer, habría tenido algún problema derivado del consumo de estupefacientes.

Durante las pasadas Navidades, por causas que se investigan, la mujer, según todos los indicuios, asestó un golpe mortal a su marido con el martillo en la cabeza y la cubrió con una bolsa de plástico. No avisó a nadie y se quedó con el cadáver que, conforme avanzaban los días, generaba los olores propios de la putrefacción, lo que la mujer intentó aplacar con las flores.

Fuera por lo ocurrido o por su enfermedad, sufrió un brote psicótico y fue trasladada al Centro Hospitalario Universitario de La Coruña, donde, dado su estado, decidieron avisar a su familia. Al no contestar el marido, la Guardia Civil, acompañada de un familiar que tenía la llave de la cas a, entró en el domicilio y se topó con la escena del crimen.

Las distintas pesquisas realizadas, desde la toma de huellas y muestras, han permitido inferir que la mujer era la autora del homicidio y, de hecho, la autoridad judicial ha decreto su ingreso en prisión.

La víctima convivía con su esposa, no se relacionaba en su entorno, llevaba una vida sencilla y aislada del pueblo. Fueron los propios vecinos los que manifestaron su sorpresa ante la ausencia del matrimonio y lo comunicaron a las autoridades. Se pudo comprobar que la esposa había ingresado recientemente en el citado centro sanitario, pero que del marido no se sabía nada . Ante estos hechos, los agentes se trasladaron al lugar, así como una dotación de bomberos, quienes comprobaron el estado de la casa y localizaron al difunto en su interior.

Tas realizar las referidas indagaciones, junto a los informes periciales, autopsia y demás pesquisas, se logró vincular a su esposa con la muerte violenta. La Guardia Civil procedió a la detención de la esposa del fallecido por un presunto delito de homicidio, incardinado en la violencia doméstica.

Una vez se presentó a la investigada a disposición de la titular del Juzgado de 1º instancia e Instrucción Nº1 de Betanzos, se decretó la medida de prisión provisional, al considerar que concurrían indicios suficientes sobre su participación en los hechos.