
Hogar
El truco de los hoteles para aumentar hasta cinco grados la temperatura de una habitación sin subir el termostato
Calentar la casa se ha convertido en un lujo para muchos, por lo que recurrir a trucos de toda la vida es esencial para ahorrar unos euros a final de mes

Ha llegado el frío. Aunque en mayor o menor medida dependiendo de la comunidad, las bajas temperaturas empiezan a notarse no solo en la calle, sino en los hogares, y a nadie le gusta pasar frío en su propia casa. Sin embargo, el precio de las facturas cada vez es más alto y tener la casa caliente se ha convertido en un lujo para muchos españoles, por lo que informarse sobre trucos y remedios caseros puede ser muy notable a final de mes.
Desde el papel de aluminio, pasando por la purgación de radiadores, hasta los cambios de temperatura, los trucos para lograr una habitación caliente al menor coste posible son infinitos.
El truco definitivo
Aunque muchas de las recomendaciones anteriores sean efectivas, hay un truco sencillo que no requiere herramientas ni una habilidad extrema. Mientras muchos se centran en cómo aumentar la temperatura, hay un factor que pasa desapercibido y que es clave en este proceso: aprender a retener la temperatura del hogar. Este es el truco secreto de los hoteles que disminuye notablemente la factura a final de mes. Retener el calor es clave para ahorrar y es mucho más eficaz para mantener las habitaciones cálidas en invierno.
Las ventanas son la mayor vía de escape del calor. Se estima que alrededor del 40% de la temperatura se pierde por ellas incluso cuando están cerradas. Para evitarlo, los hoteles emplean una técnica sencilla que cualquiera puede imitar en sus hogares. Consiste en usar de manera correcta las cortinas y la ropa de cama para bloquear corrientes frías.
Las cortinas y la ropa de cama: factores clave para retener el calor
Una forma sencilla de mantener el calor dentro de casa es cerrar las cortinas antes de que anochezca, ya que cuando cae el sol la vivienda pierde mucho más calor por las ventanas. Las cortinas de tejido grueso aíslan mejor, aunque incluso las normales ofrecen cierta protección frente al frío exterior.
La ropa de cama también juega un papel importante. En lugar de utilizar una manta grande, los hoteles suelen colocar varias mantas finas superpuestas, ya que el aire que queda entre ellas actúa como un aislante natural. Si quieres aplicar este truco en casa, coloca una manta térmica ligera bajo tu edredón y añade encima una manta de lana o de forro polar. Usar sábanas de franela también puede aumentar notablemente la sensación de abrigo.
Alfombras y tapetes en los suelos fríos
Los suelos fríos pueden hacer que una habitación se sienta más helada de lo que realmente está. Por eso los hoteles utilizan alfombras y tapetes, especialmente en zonas como los pies de la cama: además de hacer el espacio más agradable, ayudan a conservar el calor.
Finalmente, si buscas aprovechar al máximo la calefacción, es recomendable reorganizar los muebles para favorecer que el aire caliente circule sin obstáculos. Evita colocar elementos grandes, como sofás o camas, justo delante de los radiadores, ya que bloquean parte del calor que deberían irradiar al resto del espacio.
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