Los guardias asesinados en Barbate eran de San Fernando (Cádiz) y Barcelona, y dejan tres huérfanos

La Guardia Civil ha detenido ya a ocho personas por el asesinato de dos guardias civiles en la localidad gaditana de Barbate. Los cuerpos son velados en la Comandancia de Cádiz capital y la catedral de la ciudad también acogerá mañana domingo el funeral de los agentes muertos en acto de servicio.

Uno de los guardias civiles fallecidos, Miguel Ángel González Gómez, era natural del municipio gaditano de San Fernando, a apenas 50 kilómetros de Barbate, y pertenecía al Grupo de Especialistas en Actividades Subacúaticas (GEAS). Tenía 39 años, pareja y una hija de 12 años.

El segundo agente asesinado, David Pérez Carracedo, tenía 43 años y había nacido en Barcelona. Pertenecía al Grupo de Acción Rápida (GAR) estaba casado y era padre de dos hijos de 6 y 9 años. Su cuerpo será trasladado a Navarra, donde estaba destinado y de donde era su familia. Según informa Diario de Navarra, había sido trasladado hace unas semanas a Cádiz para integrar un grupo de lucha contra el narcotráfico.

Además, el tercer agente que resultó herido de gravedad es un cabo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) natural de Terrassa (Barcelona). Según sus compañeros tiene una herida en un brazo con la arteria seccionada y el cúbito y radio fracturados, aunque se encuentra fuera de peligro. El otro agente herido tiene cinco puntos de sutura en una rodilla.

Todo ocurrió sobre las 20:00 horas de la tarde de ayer después de que los traficantes llevaran cuatro días intentando alijar, según fuentes cercanas al caso. "Los compañeros intentaban maniobrar pero la embarcación es más pequeña y les han tirado. No solo eso, luego les han estado pasando por encima y la gente en el puerto vitoreando". Lo dice uno de los portavoces de la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC) de Cádiz, que llevan años denunciando lo que precisamente acaba de ocurrir.

En las imágenes que se han difundido en redes sociales, se aprecia cómo, tras embestir a la patrullera de la Guardia Civil, los narcotraficantes no se conforman con haberles tirado al agua sino que se ve cómo les pasan por encima varias veces como para asegurarse de que no iban a salir de allí con vida.

Mientras, las personas que grababan las escenas jaleaban a los narcos mientras arrollaban a la lancha de la Guardia Civil.

"Dale, dale otra vez", gritan animando a los narcos. "Con dos cojones. ¡Mira, mira! ¡Toma! ¡Toma! Que se ahogan", se escucha decir entre risas a una de estas personas desde la orilla.

“Quillo, que los vais a ahogar", advierte otro, aunque sin mucho alarmismo, aprobando la acción de los delincuentes.

"Ahí va la macana". "Que la hunden, que los matan ahí", señala otra persona.