¿Por qué hay que tostar los anacardos antes de consumirlos?

En pleno 2023 no hay nadie que pueda decirnos -exactamente- de dónde viene toda la comida que consume. Muchas veces ni siquiera sabemos qué aspecto tienen los productos en su forma natural.Simplemente los cogemos delas baldas de los supermercados y no le damos muchas vueltas al asunto. El caso del anacardo es un caso particularmente curioso, porque muy pocos conocen qué pinta tiene este alimento en la naturaleza.

Los anacardos proceden de un árbol frutal llamado marañón. Su fruto está formado por dos elementos: un pseudofruto y una nuez o semilla. Lo curioso es que -por su aspecto- cualquiera pensaría que el anacardo está en el interior del pseudofruto, que está en la parte superior y tiene forma de pimiento. Sin embargo, el anacardo está abajo, en la semilla.

El peligro de los anacardos crudos

Es un árbol originario de Brasil. En tupí (una familia de lenguas indígenas presente en varios países de la región) se le conoce como cayú. En un principio los anacardos no estaban demasiado valorados. De hecho, su exportación se dio porque los portugueses vieron en su sistema de raíces un instrumento perfecto para controlar la erosión del suelo en la costas de la región de Goa, en la India. En realidad, los que más valoraron en aquel momento los frutos del anacardo fueron los elefantes, que fueron quienes -con su digestión- propagaron las semillas por toda la región.

Hoy en día, la industria del anacardo mueve más de 6.000 millones de dólares. Una magnífica cifra que sólo puede explicarse por un precio de venta bastante alto y por una cadena de procesamiento muy compleja. Tengamos en cuenta que el proceso de recogida se hace bastante laborioso, porque sólo hay una nuez por cada fruto… y porque una vez en las manos de los trabajadores, estos deben extraer la nuez de su cáscara una a una.

Y lo peor de todo es que cuando la cáscara se abre, rezuma un aceite llamado CNSL o cashew nut shell liquid, que es una sustancia muy valorada en algunas industrias por su poder oleaginoso y anticorrosivo, pero que crea quemaduras y llagas al contacto con la piel. Esta característica hace que el trabajo manual de la extracción de anacardos sea especialmente duro.

Este también es el motivo por el que este fruto no puede consumirse sin un procesado y un tueste previo. Consumir anacardos crudos puede provocar irritación en el aparato digestivo, inflamaciones, heridas y supuración. Es un problema que -sin embargo- puede solucionarse muy fácilmente con un poco de temperatura. Al tostar los anacardos se elimina cualquier riesgo que pudiera suponer para la salud.