Opinión

Yo, koala

Ahora tengo en los sueños un aliado perfecto de vida

El crecimiento de las urbanizaciones de Sidney amenaza el hábitat de los koalas
El crecimiento de las urbanizaciones de Sidney amenaza el hábitat de los koalasLa Razón

Un delicioso reportaje de Héctor Herrera para este periódico comienza con una pregunta. ¿Cuál es el animal que más duerme? Piensas en el perezoso, en los perros… Pues no. ¿Y quién es el que menos duerme? Los peces, sin duda, que no duermen nunca, pobrecillos. Pero de los mamíferos, más cercanos a nosotros, el que menos cabecea es el elefante africano. Según investigaciones al respecto este ser enorme y orejudo, solo necesita una siesta cada tres o cuatro días. ¡Una siestecilla que se pueden echar de pie! Yo, sinceramente, todavía no sé si sentir lástima o envidia por ellos. Pero, ¿y nuestros hermanos los primates, duermen más o menos que nosotros? Porque sepan que los humanos, a pesar de nuestro cerebro más complejo, somos de esos animales que menos duermen del reino. Pues bien, los chimpancés, orangutanes, gorilas y demás allegados, duermen en torno a unas diez horas diarias. Es decir, aproximadamente dos más que nosotros. Dormimos poco las personitas, y nos duele perder un tercio de nuestra vida en esa función de noche. A mí personalmente no me apena, yo soy desde mi más tierna infancia dormilona por naturaleza. Mi madre me contaba que, hasta el día de mi cumpleaños y con la casa llena de niños, yo a las nueve me despedía educadamente. También me contaba que cuando me dormía se me ponía una carita de inmensa placidez, tanto que ella se la mostraba a las visitas. Ahora de mayor sigo sintiendo una dicha enorme cuando me acuesto y cierro los ojos. Ahora tengo en los sueños un aliado perfecto de vida. Ahí, en ese estado, casi siempre me trasmuto en una Paloma lozana que hace lo que ya no puedo hacer: subo montañas, viajo conduciendo una moto potentísima, me enamoro de un joven y soy correspondida, hago el amor gozosamente… Y, además, vuelvo a estar con los que ya se han ido: mis padres, amigos… Una maravilla. Yo, sin duda, me quedo con el koala, el animalito que más duerme.