Pacientes

La lucha por volver a hablar

Josep Lobató, aquejado de una enfermedad que afecta a su sistema nervioso desde hace un año, ha mostrado en redes sociales sus progresos

Josep Lobató, de 39 años, ha ido mostrando sus avances en diferentes fotografías que ha colgado en redes sociales
Josep Lobató, de 39 años, ha ido mostrando sus avances en diferentes fotografías que ha colgado en redes socialeslarazon

Josep Lobató, aquejado de una enfermedad que afecta a su sistema nervioso desde hace un año, ha mostrado en redes sociales sus progresos

Cinco «síes» y siete «noes», con sus respectivos gestos de cabeza, de asentimiento los primeros, de disconformidad los segundos. Y como despedida, cuatro besos lanzados a cámara. Besos con los que Josep Lobató ha querido celebrar una buena noticia: su lucha para volver a hablar va por el buen camino. Y las fuerzas que atesora son, a día de hoy, más poderosas que la enfermedad que le ha privado desde hace más de un año de su gran talento: la comunicación. El vídeo colgado en Instagram por Josep, ganador del Ondas por el programa de radio «Ponte a Prueba» de Europa FM, no sólo ha supuesto su reaparición desde que recibió un diagnóstico que le ha cambiado la vida; también pone de relieve que el proceso de rehabilitación para recuperar funciones perdidas puede dar sus frutos. Pero la lucha es larga y ardua. En su caso, la pelea comenzó en septiembre del año pasado. Sin razón aparente, veía que no podía pronunciar las palabras que quería. No era capaz de hacer un discurso coherente. Y lo peor de todo es que Josep era consciente de su problema pero desconocía los motivos.

El diagnóstico del locutor, que fue tratado en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, asegura que presenta una alteración para la emisión del lenguaje como consecuencia de una «enfermedad desmielinizante de sustancia blanca del sistema nervioso central, de origen inmunológico». ¿Por qué provoca esta alteración la pérdida del habla? «La más frecuente de este tipo de enfermedades, que representa un 95% de los casos en personas en edad adulta, es la esclerosis múltiple», afirma Rafael Arroyo, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Quirónsalud Madrid. ¿Y el 5% restante? Se trata de enfermedades «muy poco frecuentes», afirma el experto. El entorno de Josep Lobató no ha querido especificar la dolencia que sufre. Sí que descartan que se trate de esclerosis múltiple; padece una enfermedad «prácticamente desconocida» que afecta a «muy poca gente, y menos aún tan joven». Además, en su familia no cuentan con ningún antecedente remotamente similar.

La mielina es una envoltura que protege los axones o fibras nerviosas –las terminaciones que facilitan la circulación de los impulsos nerviosos, las que transmiten la información– de las neuronas en el sistema nervioso central. Haciendo la analogía con un cable, la fibra nerviosa sería su parte metálica y la mielina la funda de plástico que lo protege. En una casa, si el cable queda al aire, la corriente eléctrica puede interrumpirse. Lo mismo ocurre con los axones; de quedarse sin mielina, y consumarse así la desmielinización, quedan expuestos a peligros. Y el sistema inmunitario queda confundido.

«La desmielinización es un problema que afecta a muchas, o a la mayoría, de las funciones que rigen el sistema nervioso central: dificultades en andar, hablar, fuerza, equilibrio y sensibilidad», incide Arroyo. ¿Depende de algo que la pérdida de la sustancia afecte a unas funciones y no a otras? «Es tremendamente caprichosa. En ocasiones, sólo puede afectar al habla». No en vano, este mal es arbitrario en lo que respecta a las zonas concretas del cerebro que se ven afectadas.

Josep también había perdido parte de su movilidad. De hecho, no podía escribir ni responder a todos los mensajes de ánimo que le llegaban. Pero como demuestra en el vídeo, la ha ido recuperando, en una mejoría lenta, pero mejoría al fin y al cabo. Por encima de todas las muestras de cariño está el apoyo de sus padres, que se desplazaron a Madrid para estar con él desde que manifestó los primeros síntomas. Y, desde hace meses, cuidan de él en la casa familiar, en un pueblo de Barcelona. Todos los días sigue escrupulosamente su rehabilitación y cuenta con un tratamiento que se va modificando en función de los resultados. Y tras mostrar su evolución, la meta de Josep, su gran sueño, está más vivo que nunca: volver a ponerse ante un micrófono.