Barcelona

Los empleados que traten con menores deberán aportar certificado de antecedentes penales

Las personas que quieran acceder a un puesto de trabajo que implique relación habitual con menores de edad deberán presentar un certificado de antecedentes penales para probar que no han estado involucrados en delitos de explotación, abuso sexual o trata con anterioridad, según contempla la reforma de Protección de la Infancia y la Adolescencia emprendida por el Gobierno. Que los pedófilos y pederastas no pudieran ser profesores o monitores de ocio y tiempo libre de niños y adolescentes ya figuraba en el anteproyecto de Leyes orgánica y ordinaria de Protección de la Infancia que aprobó el Consejo de Ministros el 25 de abril de 2014, sin embargo, no se había definido la fórmula jurídica a arbitrar para hacer compatible esta previsión con el derecho a la intimidad y a la protección de datos personales.

Así, el Ejecutivo ha optado por una fórmula que no habilita al centro escolar, por ejemplo, a recabar información personal sobre los candidatos a un puesto de trabajo, sino que impone a quienes quieran optar a un puesto de este tipo la necesidad de presentar un certificado de antecedentes penales en su solicitud. Este tipo de documento se exige en otros trámites de la Administración General del Estado, como para pedir la nacionalidad española o renovar el permiso de residencia de extranjero.

De monitores a sacerdotes

La presentación de este certificado podría afectar también a aquellas personas que quieran solicitar un trabajo de monitor de tiempo libre, como los scout, incluso a pediatras, a catequistas o a sacerdotes que estén en contacto habitual con niños, según han confirmado fuentes del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en un encuentro informativo. Esta obligación parte del Convenio de Lanzarote de 2010 del Consejo de Europa, que obliga a los estados miembros a que todas las personas que trabajen con menores deban presentar esta certificación. Esta práctica está en marcha en otros países de la UE desde hace tiempo como Reino Unido o los países nórdicos.

El objetivo es prevenir por un lado que estos menores corran el riesgo de entrar en contacto con pederastas, al mismo tiempo que se evita que estos tengan al alcance el volver a reinicidir puesto que está comprobado que hay un alto porcentaje que así lo hace.